El Castigo del Mar y las Estrellas Capitulo 1
Capitulo 1. El Castigo de las Estrellas
~Fiore, Ciudad de Magnolia~
Era un nuevo
día en la ciudad cede del gremio mas ruidoso de Fiore, los habitantes del
pueblo vivían tranquilamente sus vidas,
en cambio Fairy Tail estaba pasando un día “normal”, una de sus típicas fiestas
se llevaba a cabo, pero esta era diferente pues el gremio celebraba el regreso
del ultimo matrimonio de Fairy Tail, así es, Gajeel y Levy se habían casado
después de terminada la guerra contra el Imperio Álvarez, y ahora habían vuelto
después de dos meses de luna de miel.
Los miembros
gritaban de algarabía, otros bebían, otros simplemente sonreían, y otros como
en este caso, peleaban, día típico en Fairy Tail.
—Te has vuelto débil come tuercas—Se burló un pelirosa después de haber
asestado un golpe a su mejor amigo que causo estrellarlo a una pared.
—Te tragaras tus palabras después de
darte una buena paliza Salamander— Respondió con una sonrisa dándole un golpe a su amigo justo
en el rostro.
Ambos
siguieron su combate y arrastraron a los demás miembros masculinos del gremio.
Levy dejo
salir un suspiro resignado mientras negaba con la cabeza, acababan de regresar
de su luna de miel y su esposo ya se encontraba armando jaleo, jamás cambiaría
pero debía admitir que amaba eso de él también.
—Ne Levy-chan~— Susurró Lucy de forma cantarina
consiguiendo la atención de la peliazul, la cual se estremeció al ver el brillo
malicioso en los ojos de su mejor amiga y de varias chicas en general —Tienes muchas cosas que contar~— Agregó
sonriendo de forma inocente.
Apenas esas
palabras salieron de la boca de la rubia, Levy sintió que la tomaron de las
manos y arrastraron a una de las mesas más apartadas del gremio
—"Que gran bienvenida"— Pensó con sarcasmo Levy a la vez que
un suspiro escapaba de sus labios.
Una vez
llegaron a la mesa, las chicas sentaron a Levy y procedieron a rodearla
mientras le mostraban sonrisas inocentes, a la vez que esperaban que empezara
hablar sobre la luna de miel.
— ¿Que desean saber?— Preguntó Levy con un tono derrotista,
sabía que no podía escapar de ahí hasta que sus amigas saciarán su curiosidad.
—Solamente cuéntanos cómo fue tu luna
de miel, ¿Fue romántico?, ¿Se divirtieron?, ¿Qué tal estuvo el sexo? — Preguntaba Mirajane de forma rápida,
para al final mostrar una sonrisa pícara.
Levy se
sonrojo furiosamente ante la última pregunta — ¿Es necesario contar eso último?— Cuestionó sonrojada recibiendo
un "si" unánime de todas las chicas
—Si nos divertimos, la pasamos muy bien en el hotel y la playa, Gajeel me tuvo
varias sorpresas durante las citas y demás cosas que hicimos— Expresó
sonrojada.
Las chicas
chillaron ruidosamente ante los comentarios románticos de la pequeña peliazul,
pero Erza estaba más interesada en lo picante.
—Bien fuera lo cursi ¿Cómo estuvo el
sexo? — Pregunto
Erza con una sonrisa astuta, provocando que Levy explotará en color rojo.
Levy tomó
algo de aire tratando de calmar su palpitante corazón —Digamos que fue maravilloso a decir verdad— Murmuró con un
pequeño sonrojó en sus mejillas —Sabiendo
que era virgen fue muy tierno al inicio, pero después me hizo darme cuenta de
por qué se llaman a sí mismos dragones— La peliazul se relamió los labios
cosa que sorprendió a todas y sonrojó ante ese gesto tan sensual.
— ¿E-en serio es tan bueno? — Cuestionó Lucy algo interesada
recordando a su novio pelirosa.
Levy asintió
con una gran sonrisa —Cuando notó que me
acostumbré, empezó a ser más salvaje y parecía que nunca estaría satisfecho,
cuando terminó tuve suerte de recordar cómo me llamaba.... — Expresó con
una sonrisa algo lasciva.
Las chicas
se sonrojaron furiosamente ante ese comentario, provocando que Levy riera de
forma escandalosa.
Pasaron los
segundos y la chica detuvo su risa, para sonreír de forma algo siniestra —Ya conté lo mío y ahora les toca a
ustedes~— Musitó de forma cantarina provocando que las chicas se tensen —Así que por favor, díganme cómo estuvieron
el tiempo que yo no estuve aquí, sería lo justo ¿No?— Expresó con calma.
Las chicas
pensaron en las palabras de Levy, dándose cuenta que la peliazul tenía razón y
ellas debían contar al menos un poco de sus experiencias.
Lucy trago
algo nerviosa recordando su "secreto", pero logró mantener la
compostura para poder expresar la opinión de su novio —Natsu es un excelente novio, es atento, romántico y muy protector—
Habló de forma risueña la chica, consiguiendo la atención de las chicas al ver
que ella fue la primera —Pero......aún no
me ha tocado y eso me frustra un poco a decir verdad.....me hace sentir que no
soy atractiva— Agregó algo desilusionada.
Las chicas
miraron de forma compasiva a la rubia, entienden que no debe ser fácil para
ella, después de todo Natsu apenas supo lo que era el amor y con mucho esfuerzo
lograron que estuviera junto a Lucy, así que el sexo será aún más complicado.
—Deberías ser paciente Lucy, Natsu
está aprendiendo de relaciones sexuales con él maestro— Dijo Mirajane colocando una mano en
el hombro de la rubia —Ya verás que te
será recompensado y Levy es prueba de ello —Comentó divertida viendo como
la peliazul se avergonzó —Además quien
sabe, pronto podrías tener una sorpresa— Sonríe de forma inocente.
—Gracias Mira-san— Expresó la rubia con una pequeña
sonrisa.
Mirajane
solamente sonrió gentilmente, para después suspirar —En mi caso estoy en una relación puramente física con Laxus, siendo
sincera no creo que avance de ahí ya que a él solamente le interesa mi cuerpo y
ni siquiera es tan bueno en la cama para empezar— Murmuró frunciendo el
ceño —Por poco y sería mi amiga, si saben
a lo que me refiero— Expreso usando sus manos para poner un ejemplo del
tamaño de Laxus.
Las chicas
se taparon la boca ahogando las carcajadas que estaban por salir, no querían
llamar mucho la atención.
—No sé cómo lo soportas, yo ya lo
habría castrado—
Expresó Erza molesta hasta que nota la mirada de las demás — ¿Qué? — Preguntó algo intimidada.
—Dinos ¿Cómo es tu relación con
Jellal? — Cuestionó
Levy con una pequeña sonrisa.
Erza se
tensó un poco para después poner una expresión amarga —Es una mierda— Habló deprimida —Siempre
se la pasa viajando y nunca escribe o algo, me pasó esperando alguna carta de
él y nada— Soltó un suspiro bajando la mirada —Ese imbécil cree que siempre lo voy a estar esperando y eso me
lastima… lo he esperado desde que era niña y nada…sinceramente estoy harta de
él…—
Las chicas
expresaron su apoyo, abrazando a la pelirroja la cual se tranquilizó ante el
gesto de las chicas, después de varios segundos se separaron para continuar con
sus chismes.
—En mi caso sigo buscando alguna
pareja— Expresó
Lisanna consiguiendo la atención de todas —Es
difícil encontrar a alguien que te amé por quién eres y qué no solamente se
fije en tu cuerpo— Agregó soltando un suspiro.
Las chicas
asintieron dándole la razón, eso era algo muy difícil pareciera a que a todos
los hombres solamente les interesa el sexo.
—Heeehh~ yo no estoy interesada en
eso~— Habló Kana con
una pequeña sonrisa y un sonrojo en sus mejillas producto del alcohol —Soy joven y quiero disfrutar un poco más la
vida antes de tener pareja— Expresó mientras observaba de reojo a Natsu,
provocando que su sonrojó de intensificará y su sonrisa se ampliara y para su
suerte nadie noto eso.
— ¿Sabes?, Quisiera pensar como tú
pero yo en serio quiero un novio— Murmuró Lisanna haciendo un puchero.
—Pues debe buscar uno bueno
Lisanna-san— Habló
Juvia de forma deprimida, haciendo que las chicas la miren —Mi relación con Gray-sama es un asco, no es nada de lo que Juvia
esperaba— Murmuró mientras sus ojos se cristalizaban —A pesar de que Juvia ama a Gray-sama, a él pareciera no importarle
eso, es frío, distante y poco detallista en todo— Finalizó mientras trataba
de limpiarse las lágrimas con las mangas de su atuendo.
Las chicas
se levantaron de donde estaban, para ir con Juvia y abrazarla tratando de
calmarla.
—Tranquila Juvia, verás que todo
saldrá bien solamente debes esperar y estoy segura que Gray se dará cuenta de
lo maravillosa que eres— Expresó Levy acariciando suavemente el cabello de su compañera.
— ¿¡Y cuando será eso Levy-san!?— Gritó Juvia con voz quebrada,
provocando que las chicas hicieran una expresión agria —Juvia está desesperada, he intentado de todo para que la relación
mejore y nada funciona, cada vez me siento más y más sola y Gray-sama se
distancia más de Juvia— Las chicas se empezaron a preocupar debido a que la
voz de Juvia empezaba a sonar carente de emoción.
Lucy solo
observaba con pena y culpa a su amiga peliazul, podía notar como el corazón de
Juvia se encontraba completamente destrozado, quería decir algo para tratar de
animarla, pero cierta pelirroja se le adelanto.
—Sé que es doloroso Juvia— Susurró Erza con un tono maternal
mientras se acomodaba para ver a la peliazul a los ojos —Pero sé que lograrán superar esto juntos, ya lo verás— Afirmó con
una sonrisa.
—A Juvia le cuesta trabajo creer eso— Expresó la peliazul llorando
amargamente, haciendo que las chicas la abracen con un poco más de fuerza.
"Gray eres un imbécil"
Fue el
pensamiento unánime de todas las chicas al ver a la peliazul en ese estado tan
deplorable, todas sabían sobre el pasado de Juvia y lo solitario que fue, así
que se aseguraron de que no se volviera a sentir así y sus esfuerzos se fueron
al carajo por la estupidez de Gray.
Sin que las
chicas lo notarán el mago de hielo entro al gremio y busco con la mirada a
cierta rubia, la cual al sentirse observada levantó la vista encontrándose con
la mirada del pelinegro. Gray sonrió algo arrogante mientras le indicaba la
salida a la maga para después retirarse.
Lucy se
estremeció un poco para después separarse del abrazo —Lo siento chicas, tengo cosas que hacer, nos vemos luego— Se excusó
rápidamente saliendo del gremio a toda prisa.
— ¿Lucy? — Hablo entrañada su mejor amiga por
la repentina desaparición de la rubia.
—Seguramente olvido pagar la renta de
su departamento, ya volverá— Habló de manera risueña la morocha mientras tomaba algo más
de alcohol.
Después de
ese comentario las chicas decidieron no darle más importancia al asunto y
siguieron conversando amenamente, todas menos una albina que se quedó
observando la entrada del edificio.
—“¿Qué estas tramando Lucy? Esto me
da mala espina…”—
Pensó sospechando por la actitud de la rubia pues llevaba más de un mes
desapareciendo repentinamente cada día del gremio y eso no era normal, así que
to le causaba un mal presentimiento a Lisanna.
— ¿Pasa algo Lisanna? — Cuestionó la Alberona al ver callada
y distraída a la menor de los Strauss.
—Ah sí…solo pensaba algo pero no
importa— Respondió
con una sonrisa para que no la cuestionaran más de sus pensamientos y se unió a
la plática de las chicas.
~Fuera de Fairy Tail~
Lucy alcanzó
rápidamente a Gray, el cual estaba algo retirado, una vez estando juntos el
pelinegro nalgueó el trasero de la rubia consiguiendo que está gimiera.
— ¿Por qué tardaste tanto?— Preguntó Gray con una pequeña
sonrisa viendo a la rubia.
—Gray deberíamos ser más cuidadosos,
cada vez somos más obvios, no será nada bueno si nos descubren— Habló la rubia con un tono molesto
y angustiado.
El
alquimista de hielo empezó a reír de forma divertida, para después ver
nuevamente a la rubia — ¿En serio Lucy?,
Hemos hecho esto desde hace 4 meses y no nos han descubierto— Expresó con
una sonrisa divertida mientras caminaba hacia el departamento de la rubia.
Lucy empezó
a seguirlo aún molesta por la actitud del pelinegro —Entonces al menos deberías tratar mejor a Juvia, ella no merece qué la
trates así, al menos aprecia que ella te ama— Reclamó más molesta.
—Sabes que solamente estoy con ella
para que no me acose y porque tiene un buen cuerpo— Dijo distraídamente mientras
llegaba frente a la puerta del departamento de Lucy —Además tú no eres la más indicada para decirme algo así— Expresó girándose
a ver a la rubia y coloco sus manos sobre los pechos de la rubia comenzando a
masajearlos.
Lucy gimió
de placer quedándose callada sin saber que argumentar.
—Además— Habló Gray consiguiendo la atención
de Lucy —Juvia no tiene un coño de
primera calidad como el tuyo— Sonrió divertido haciendo molestar más a la
chica y arrancando un suspiro de la rubia debido a que Gray metió su mano
derecha debajo de la falda de la chica y acaricio levemente su intimidad.
—Eres un idiota— Susurró entre gemidos sintiendo su
entrepierna humedecerse por los toques de la mano de su amante —Mejor hagamos esto que ya no puedo resistir
más y regresemos al gremio lo antes posible para que nadie sospeche— Murmuró
abriendo la puerta de su departamento con algo de impaciencia.
~De vuelta en Fairy Tail~
— ¿Alguien ha visto a Natsu y Gajeel?
— Preguntó la
pelirroja al no ver más al par de Dragón Slayers en el ajetreo que se llevaba
aun acabo en el gremio y eso era algo fuera de lo normal.
—Cierto, ¿A dónde fueron esos dos?— También cuestionó la morocha al
notar que Natsu y Gajeel habían desaparecido sin que se dieran cuenta.
A las
afueras del gremio, más específicamente en la playa, se podía visualizar a los
dos Dragón Slayer varones del gremio, los cuales estaban observando
detenidamente el movimiento de las olas
—Así que— Empezó Natsu rompiendo el
silencio que había en el lugar — ¿Ahora
vives la buena vida eh? — Habló con una pequeña sonrisa.
Gajeel
dibujo su propia sonrisa ante el comentario —Sí
y siendo sincero no me arrepiento de nada, solamente de la manera en la que nos
conocimos— Explicó soltando un largo suspiro —Además no seré el único, muy pronto estarás en el mismo barco que yo—
Agregó con algo de burla.
Natsu soltó
un largo suspiro lo cual llamo la atención de Gajeel — ¿Sabes?, Para serte sincero estoy algo inseguro de dar el siguiente
paso, quiero decir ni siquiera estamos viviendo juntos— Murmuró con clara
preocupación el pelirosa.
—Relájate Salamander, si bien es
cierto que no viven juntos se la pasan todos los días juntos ¿No?, Además el
matrimonio es una excelente prueba de amor y tú amas a la coneja ¿No?— Habló Gajeel con una sonrisa.
Natsu
asintió dibujando una pequeña sonrisa —Pero
también estoy preocupado por mis instintos— Decía observando de reojo a su
compañero, el cual se tensó al saber de lo que hablaba —Ahora mismo lo único que quiero es atacar a Lucy y follarla hasta
destruirle el coño— Expresó algo avergonzado, aún que Gajeel soltó una
sonora carcajada ante esas palabras.
Así eran las
conversaciones de estos dos estando solos, Natsu mostraba una faceta más seria
y madura con su compañero, debido a que es el único que sabía que él Salamander
"inmaduro" y "denso" solamente era una fachada.
—No es cosa de risa Gajeel, ¿Cómo le
hiciste tú? ¿Cómo soportaste hasta la luna de miel? — Interrogó desesperado Natsu.
—Ni yo mismo lo sé Salamander— Dijo de forma sincera Gajeel —Supongo que por qué Levy quería dejar de
ser virgen después de casarse y como dragón acepte cumplir el deseo de mi
hembra, pero me las cobre todas en la luna de miel— Expresó sonriendo de
forma pervertida.
— ¿Eso es todo?— Preguntó Natsu de forma incrédula.
Gajeel asintió
con una sonrisa divertida —Habla con la
coneja, si ella quiere perder su virginidad antes de tiempo, entonces ayúdala y
si no pues espera a que ella este lista— Aconsejó el ojirojo.
—Gracias por eso, iré con ella de
inmediato— Hablo
mientras alzaba su puño siendo imitado por Gajeel.
En ese
momento ambos amigos se dieron un puñetazo al rostro del otro, volteándolo
ligeramente, ese era su nuevo saludo y despedida.
—Nos vemos hojalata— Expresó Natsu empezando a caminar de
regreso hacia su casa.
—Espera Salamander— Lo llamó Gajeel provocando que Natsu
se detenga —Ten cuidado, si te soy
sincero no confío mucho en la coneja ni en el stripper, esos dos traen algo
entre manos y me da mala espina, eres mi
amigo y no quiero que salgas herido— Habló Gajeel de forma algo seria pero
con sincera preocupación.
Natsu alzó
una ceja extrañado, para después asentir con una sonrisa —Gracias por tú preocupación Gajeel, tendré cuidado— Dijo
reanudando su andar.
—”Creo que la que debería tener
cuidado es la coneja”— Pensó viendo la retirada de su amigo temiendo que sus sospechas fueran
ciertas, de lo contrario era probable que la rubia sufriría o gozaría las
consecuencias.
~Una hora despues~
Una hora
había pasado desde que Natsu regresó a su casa y ahora podemos verlo, usando un
smoking bastante elegante mientras observaba todo lo necesario para la velada.
—Veamos anillo sí— Decía guardando la caja con el anillo
en su bolsillo —La reservación lista—
Dijo guardando dicho papel de reservación en un restaurante lujoso — ¿Me veré bien?— Se preguntó
observándose en un espejo de cuerpo completo, se sentía muy ansioso y
emocionado, hoy por fin daría un increíble paso en su relación y no quería
estropearlo.
Después de
varios minutos observándose en el espejo, Natsu concluyó que todo estaba en
orden por lo que se dispuso a ir a la salida, aún era temprano pues la
reservación del restaurante era a las 8 por lo que tenía una hora de margen.
—Igneel deséame suerte— Susurró con una
gran sonrisa saliendo de su casa para ir a la casa de su pareja.
Durante el
trayecto Natsu se encontró con varias personas, los cuales lo saludaban y le
desean suerte en el caso de las mujeres, ya que algunas sabían por qué estaba
tan arreglado, los hombres al contrario se compadecían del pelirosa por dar ese
paso, solamente para ser golpeados por sus esposas, en fin todo normal.
— ¡Natsu!— Exclamó una voz la cual llamo la
atención del pelirosa el cual detuvo su andar a mitad de camino de la casa de
su pareja.
Natsu se dio
la vuelta, encontrándose con la mayor de los Strauss —Mira-chan, Hola— Saludo con una pequeña sonrisa.
—Hola— La albina correspondió el saludo
mientras observaba detenidamente al pelirosa — ¿Al fin darás ese gran paso eh?, Felicidades Natsu me alegro mucho
por ti y Lucy, sé que serán muy felices estando juntos— Felicitó mientras
abrazaba al pelirosa.
Natsu sonrió
correspondiendo el abrazó —Muchas gracias
Mira, claro que yo haré feliz a mi amada Luce— Juró con determinación —Por cierto te agradezco por las recomendaciones
para la cita y ayudarme a elegir el anillo— Agradeció con una sonrisa.
—Sé que lo harás— Mirajane se separó del abrazó, para
después colocar sus manos en los hombros de Natsu —Siempre puedes contar conmigo Natsu, no importa lo que me pidas,
siempre estaré contigo apoyándote, eres como mi hermanito así que recuerda que
Mira-chan siempre te ayudará en cualquier cosa que necesites— Expresó con
una suave sonrisa.
Natsu asintió
con una propia sonrisa —Gracias Mira-chan,
no lo olvidare— agradeció, dándole un último abrazo a la maga y así ambos
tomar caminos distintos.
Pasados unos
minutos Natsu por fin estuvo frente al edificio de su pareja y por primera vez
decidió entrar por la puerta, para llegar al cuarto donde está Lucy.
—Bien, es momento— Susurró con una sonrisa, la cual se
borró al escuchar unos gemidos provenientes del cuarto de Lucy — ¿Qué es eso? — Se preguntó nervioso
sintiendo como el pánico y miedo se apoderaban de él, por lo que apresuró el
paso y una vez frente a la puerta del cuarto, procedió a forzar la puerta
logrando abrirla.
Una vez
abierta la puerta, Natsu se encontró con una desagradable escena, su novia, la
mujer que ama, su adorada Lucy se encontraba en cuatro, siendo penetrada por él
que consideraba un amigo, prácticamente hermano.
— ¡¿Qué significa esto?! — Gritó iracundo el pelirosa
provocando que ambos traidores noten la presencia del pelirosa y se asusten, al
menos en el caso de la rubia —
¿Cómo?..... ¿¡Cómo pudieron hacerme algo así ustedes dos!?— Exclamaba mientras
algunas lágrimas salían de sus ojos productos de la irá.
—N-Natsu esto… N-no es lo que
parece…— Susurraba
nerviosa la rubia, viendo a su "novio".
— ¿No es lo que parece? ¿En serio soy
tan estúpido para ti Lucy? — Cuestionaba incrédulo mientras apretaba con fuerza sus puños, al punto
de que salía sangre.
Gray empezó
a reír de forma divertida consiguiendo la atención de ambos —La verdad sí, eres tan estúpido que jamás te
diste cuenta de que me follaba a Lucy, era divertido ver como la tratabas como
reina y yo la trataba como una puta en celo— Sonrió de forma arrogante
viendo al pelirosa —Es divertido que no
te dieras cuenta de que me la estuve follando estos meses, eso demuestra que
ella desea un hombre de verdad como yo, reconócelo Natsu, siempre he sido mejor
que tú y siempre lo seré, y robarme a tu novia lo demuestra —El azabache
soltó una carcajada.
Ante la
respuesta de Gray, Natsu se enfureció aún más, lo cual puso nerviosa a Lucy.
Pasados unos segundos Natsu escuchó como algo se quebró y sus ojos perdieron
algo de brillo, para después ver de forma inexpresiva a Gray.
En un
parpadeo, un solo segundo basto para que Gray quedara inconsciente, sin que
Gray pudiera reaccionar o que Lucy pudiera verlo, él ya le había asestado un
fuerte golpe en la nuca al alquimista de hielo dejándolo en K.O.
Lucy quedo
asustada y sin palabras incapaz de procesar lo que había sucedido, no pudo ver
en qué momento Natsu había dejado tendido en el suelo al mago de hielo, y peor aún,
la mirada que le dedicaba el pelirosa le aterraba, se encontraba ahí parado con
el rostro inexpresivo, la maga celestial trato de cubrirse sus enormes pechos y
su intimidad con sus manos, se sentía intimidad ante la presencia del Dragón
Slayer.
— ¿N-Na-Nat-su…?—
Natsu no respondió
y se acercó al inconsciente pelinegro y
lo tomo del cuello para después soltar una apenas audible risa y se dirigió al
armario de su “novia” arrojándolo a dentro como si de basura se tratara y
después de cerrar la puerta giro su mirada hacia donde se encontraba la rubia y
sus labios se curvaron en una siniestra sonrisa.
—Ahora debo recuperar lo que me
pertenece— Se acercó
la rubia aun manteniendo su perturbadora sonrisa en su rostro.
Lucy trago
saliva, mientras se estremecía ante el porte de Natsu, no sabía por qué pero
está parte de él la aterraba y a la vez excitaba mucho.
—Dime Lucy— Empezó Natsu mientras se
quitaba el chaleco — ¿Te gustó mucho ser follada
por Gray? — Preguntó dejando caer el saco al piso, para después quitarse la
camisa de vestir.
—N-Natsu s-si me dejas explicar…— Tartamudeo algo insegura y asustada.
—Responde la pregunta— Ordenó Natsu lanzando a otro lado
la camisa de vestir.
—S-se podría decir que sí…— Murmuraba Lucy, bastante intimidada
y excitada por el tono de Natsu.
—Ya veo— Musitó desabrochándose los
pantalones —No sé si esto sea de tu
agrado entonces— Expresó bajándose los pantalones y los bóxer dejando a la
vista su miembro.
Lucy dejo
salir un jadeo de asombro al ver el miembro de su novio, no podía creer que
algo semejante existiera fuera de las novelas eróticas.
—Ahora— Natsu sujeto su largo, grueso y
venoso pene con una mano para después colocarlo cerca del rostro de Lucy —Espero que sepas complacerme— sonrió
lleno de soberbia.
—D-dios…— Susurró la rubia en una extraña
mezcla de excitación y miedo, el miembro de Natsu era temible y claramente
superaba a su amante de hielo por mucho.
Lucy observaba
sorprendida el miembro de Natsu, era demasiado grande y emanaba un fuerte y
embriagante olor, dudaba incluso de poder meter eso en su boca.
— ¿Que tanto estás esperando?, Te
dije que me atendieras— Demandó Natsu frunciendo el entrecejo.
La rubia se
estremeció ante el tono, para después sacar su lengua y tímidamente lamer la
glande del pene.
—Hazlo bien— Volvió a demandar en un tono
autoritario el Dragón Slayer haciendo temblar de excitación a la rubia por su
actitud dominante —Supongo que ya le
hiciste esto a Gray, así que conmigo no será un problema, ¿cierto? —
La rubia
asintió con miedo y después de unas lamidas más metió cuidadosamente el glande
de Natsu en su boca notando la gran diferencia que tenía con Gray, era solo la
punta y le costaba chuparlo, pasaron unos segundos hasta que se acostumbró a su
grosor y comenzó a bajar y subir lentamente unos centímetros.
—Así no es como se hace puta— Habló con malicia y coloco sus manos
detrás de la nuca de la rubia — ¡Tienes
que tragarlo hasta el fondo! — Repentinamente forzó a la mujer a tragar
todo su miembro hasta la base.
Lucy abrió
sus ojos en shock al sentir como el miembro de Natsu quería ahogarla, sujeto
las piernas de Natsu tratando de separarse mientras lágrimas salían de sus ojos.
— ¿Demasiado para ti Lucy? — Interrogó con burla sujetando con
firmeza la cabeza de la rubia, evitando que se separe —Creó que Gray no te enseño nada, pero no te preocupes Lucy yo te
mostraré lo que es el verdadero placer~—
Siseó divertido empezando a mover sus caderas de forma rápida.
Natsu gruñía
de placer, disfrutando la cálida boca de Lucy, mientras la rubia trataba de
separarse de forma desesperada, a la vez que veía a Natsu y le suplicaba con la
vista algo de piedad.
— ¿Que pasa Lucy?, Mueve tu lengua
ahora mismo— Ordenó
Natsu entre gruñidos acelerando aún más sus embates.
Lucy gemía
de forma ahogada sintiendo su mente nublarse, por lo que empezó a mover su lengua
para acariciar cada vena del tronco del
pene.
— ¡Bien Lucy!, No pienso detenerme
hasta venirme— Advirtió
Natsu entre gruñidos de placer.
La rubia
simplemente gemía de forma ahogada, dejándose llevar por el placer para
acariciar con su mano derecha los testículos de Natsu consiguiendo un fuerte
gruñido del pelirosa. La rubia sonrió para sus adentros por lo que empezó a
mover su cabeza saboreando aún más el miembro, no sabía por qué pero se sentía
increíblemente caliente y deseaba probar el semen de Natsu.
Lucy se
estremeció ante ese pensamiento, llevando su mano disponible hacia su intimidad
para introducir un dedo dentro y empezar a bombear de forma lenta y tortuosa.
Natsu sonrió
al ver como Lucy comenzaba a masturbarse en busca de más placer, por lo que
dejó de sujetar la cabeza de la rubia y saco su miembro de la boca de esta.
—N-no…— Susurró Lucy sacando su lengua tratando
de alcanzar su preciado "dulce".
— ¿Qué pasa querida? ¿Deseas esto? — Cuestionó con diversión mientras
sujetaba su miembro.
Lucy asintió
mecánicamente, mientras sus pupilas tenían forma de corazón, cosa que hizo que
la sonrisa de Natsu se ensanchará.
—Bien, estoy
seguro de que sabes que es un 69 ¿No? — Preguntó, a lo que Lucy asintió en
confirmación —Excelente— Expresó para
subirse a la cama y acostarse —Entonces,
sabes que hacer— Siseó con tono ronco.
Lucy volvió a
asentir como si estuviera en trance para sentarse en el rostro de Natsu y
después acostarse para volver a meter el miembro del pelirosa en su boca.
Natsu gruñó
con algo de fuerza, para después sujetar las caderas de Lucy y empezar a lamer
lenta y tortuosamente los labios exteriores de la rubia.
Lucy gimió
de forma ahogada ante la sensación que brindaba la cálida lengua de Natsu —"D-debo hacerlo sentir mejor"—
Pensó sacando totalmente el miembro de Natsu de su boca, para después sujetar
sus pechos y envolver la polla con estos.
Natsu soltó
un fuerte gruñido de placer, cosa que hizo sonreír a Lucy la cual empezó a
mover sus pechos de arriba hacia abajo, de manera algo rápida a la vez que
metía la parte que sobresalía del pene en su boca.
—"Al menos aprendió algunas
cosas con ese idiota"— Pensó Natsu satisfecho ante las habilidades de Lucy —"Pero no puedo quedarme atrás"— Sonrió con malicia
mientras manifestaba una pequeña e inofensiva llama en su lengua, para después
lamer con mayor intensidad los labios de Lucy.
La rubia se
estremeció ante la nueva sensación, a la vez que sentía como su interior se
contraía y dejaba salir más fluidos, Natsu sonrió ante eso las reacciones de
Lucy por lo que metió su lengua dentro de la feminidad de su chica y comenzó a
moverla de forma circular estimulándola aún más.
La maga de
espíritus dejaba salir lágrimas por el placer que sentía, era algo increíble
para ella. Natsu le estaba dando más placer con su lengua, que Gray con su
pene, el pelirosa sonrió algo malicioso mientras movía su mano derecha hacia él
clítoris de Lucy, lo sujeto con su dedo pulgar y anular para después
pellizcarlo.
La reacción
fue casi inmediata, Lucy arqueó su espalda ahogando un grito de placer por la
polla, a la vez que bañaba el rostro de Natsu producto de su fuerte orgasmo.
Natsu sonrió
divertido, empezando a lamer y saborear los fluidos de Lucy, una vez que termino
de hacer eso saco su miembro de la boca de Lucy, la cual jadeaba tratando de
recuperar aire, al parecer estaba tan agotada que ni siquiera se quejó al no
poder saborear su "dulce".
—Vaya~ parece que es mucho placer
para ti pequeña zorra~— Se burló Natsu mientras empujaba el cuerpo de Lucy a un lado de la cama —El calentamiento termino
Lucy, es hora de tu castigó— Siseó de forma amenazante mientras se relamía
los labios.
— ¿Castigo? — Preguntó algo ida debido al placer
de su reciente orgasmo, después noto como el pelirosa sonreía con lujuria lo
cual la hizo estremecerse de placer y emoción, bajo la mirada notando el
imponente miembro de Natsu y se relamió los labios con deseo, si su lengua
había conseguido que tuviera el mayor orgasmo de su vida no podía esperar más a
saber lo que le haría su largo, grueso y brutal pene.
Natsu soltó
una risa en respuesta a la pregunta de la rubia y negó divertido al notar que la chica no despegaba la mirada
de su miembro —Así es, fuiste infiel con
el bastardo de Fullbuster, así que debo recordarte quien es tu dueño Lucy—
Hablo de nuevo dejando que su actitud dominante manejara la situación —Por suerte soy generoso Lucy, así que te daré
una nueva oportunidad — Dijo con una leve sonrisa acariciando la mejilla de
la chica y después unió sus labios
dándose un apasionado beso.
Lucy
correspondió enseguida, no sabía como pero repentinamente Natsu parecía un
completo experto en relaciones sexuales, y eso la emocionaba, por lo que
decidió no quedarse atrás y tomando la iniciativa enrosco su lengua con la del
chico creando una batalla de lenguas.
Ambos
duraron varios minutos en ese candente beso hasta que por falta de aire ambos
se separaron dejando un fino hilo de saliva entre ambos.
—“No puedo odiarte Lucy…no puedo
dejar de amarte…pero necesitas aprender las consecuencias de engañar a un
dragón” — Pensó
mirando la rubia y seguidamente bajo la mirada hacia su intimidad, por fin
había llegado el momento que había deseado tanto, abalanzarse sobre la rubia y
follarla hasta destruirle el coño — Lucy—
— ¿S-si? — Susurro mirando al pelirosa,
necesitaba más de sus besos, necesitaba más de él por lo que no le estaba
prestando atención a sus palabras, hasta que sintió como Natsu la agarro de la
cintura y la volteo en la cama poniéndola en cuatro —¿N-Natsu?.... ¡¡¡AHHHHHHHH!!! — Gritó en éxtasis al sentir que el
duro y largo miembro expandía su vagina hasta llegar a su útero, había sido
penetrada sin que le avisara.
— ¿Mmm?~ esto es extraño pensé que tú
coño estaría más alongado, pero esta increíblemente estrecho— Gruñó Natsu al sentir como las
paredes interiores de Lucy se aferraban con fuerza a su miembro —Creo que puedo meterlo un poco más— Volvió
a gruñir apretando con fuerza las nalgas de la rubia dándole una fuerte
estocada metiendo aún más profundo su pene abriendo la entrada de su útero arrancándole
un fuerte grito a la rubia.
—N-Natsu podrías sacarlo por favor,
e-es demasiado g-grande…e-esto duele un poco…— Pidió Lucy entre pequeños jadeos.
— ¿Por qué me dices que hacer?— Gruñó con molestia Natsu haciendo
hacia atrás sus caderas para volver a embestir con fuerza, provocando que su
glande penetre el útero de Lucy.
La rubia
arqueó su espalda, dejando salir un grito de placer y dolor a la vez que algunas
lágrimas salían de sus ojos — ¡S-Sácalo
Natsu!, ¡Duele mucho!— Imploro entre lágrimas.
— ¿Te duele?, ¿Cómo te puede doler si
ese imbécil te quitó la virginidad?, Espera ¿Acaso no te rompió el himen? ¿Tan
pequeña la tiene Gray?— Hablaba Natsu con burla hacia el azabache —Además— Murmuraba acercando su rostro al oído de Lucy —Esto solamente es el principio de todo—
Siseó de forma pervertida.
El pelirosa
sujeto con firmeza los pechos de la rubia empezando amasarlos, a la vez que
empezaba a embestir con fuerza y velocidad, consiguiendo que Lucy gritará de
placer y suplicará algo de piedad.
—Necesitas aprender lo que pasa
cuando engañas a un dragón— Siseó de forma amenazante Natsu mientras pellizcaba los pezones de Lucy
a la vez que sus embestidas eran más rápidas y fuertes, consiguiendo que la
rubia gritará llena de placer —Moldeare
tu coño para que sea exclusivamente mío— Expresó con una sonrisa lasciva.
Lucy movía
sus labios tratando de articular palabra alguna, pero solamente podía liberar
gemidos y gritos llenos de placer ante el salvajismo de Natsu.
Las embestidas
salvajes de Natsu siguieron por varios minutos, en la habitación solo se podían
escuchar los gemidos y gritos de la mujer rubia, Lucy estallaba en estasis, el
nirvana de placer que disfrutaba en este momento jamás lo sintió ni de cerca
con Gray, el Fullbuster se jactaba de ser todo un semental en la cama que
complacía a cualquier mujer, que alejado de la realidad estaba, Natsu era una
bestia en la cama, le daba un placer indescriptible, la hacía chillar, gemir y
gritar con su gigantesco pene, ahora entendía lo que dijo Levy antes, Natsu era
un verdadero dragón.
—Tan bueno~…¡¡Más!!¡¡¡Más!!!— Rogó con una sonrisa idiotizada por
el placer, había cedido por completo a la polla de Natsu.
Natsu empezó
a reír divertido mientras reducía la velocidad de sus estocadas — ¿Qué pasa?, ¿Te olvidaste tan rápido de tu
amante?~ — Cuestionó con una sonrisa burlona.
—Natsu~ ¡Dame más! Sígueme
brindándome más placer~— Rogaba la rubia ignorando las preguntas de Natsu.
El Dragón
Slayer volvió a reír divertido — ¡Eres
una zorra, perra y puta! — exclamaba el pelirosa mientras le daba una
fuerte nalgada por cada palabra.
Lucy chilló
con como una cerda sintiendo como su cuerpo se convulsiona por el placer — ¡Tu pene es increíble! ¡Solamente tú enorme
pene puede satisfacerme! — Exclamaba cegada por el placer.
La sonrisa
de Natsu se ensanchó acelerando aún más sus embates, provocando que Lucy grite
de placer presa de un fuerte orgasmo,
haciendo que su cuerpo se desplome contra la cama, pero eso no evitó que Natsu
siguiera jodiendo su coño.
Natsu siguió
embistiendo con fuerza y velocidad, a la vez que continuaba dándole nalgadas al
trasero de Lucy, el cual estaba levantado —Vaya~
¿Sucumbiste tan rápido al placer? — Preguntó divertido el pelirosa para
sacar su miembro del interior de Lucy.
— ¿E-eh? — Susurró Lucy confundida al dejar de sentir
ese indescriptible placer —N-Natsu ¿Por
qué te detienes?, Sigue dándome placer por favor~— Rogó de forma excitada
mientras movía su trasero tratando de incitar al pelirosa.
—No lo haré— Respondió el pelirosa sonriendo al
ver como Lucy trata desesperadamente de empalarse —Puede que vuelva a follarte, si juras que serás completamente leal a
mí~— Habló con diversión.
— ¡Acepto! ¡Seré completamente tuya!
¡Cedí ante tu polla! — Hablaba de forma desesperada la rubia.
—Entonces quiero que lo digas, ¿A
quién le perteneces puta? — Cuestionó el pelirosa mientras rozaba el glande de su miembro
contra los labios vaginales de Lucy.
— ¡Soy tuya Natsu! ¡Soy tu perra! — Exclamaba la rubia al borde de la
locura.
Natsu se rio
sonriendo de forma satisfecha para meter su miembro de una sola estocada en el
coño de Lucy, provocando que la rubia sufra otro orgasmo —Para sellar ese trato, me vendré dentro de ti— Decía dando
embestidas más agresivas, provocando que la rubia gima y chillé de placer.
Las paredes
húmedas de Lucy se apretaron con fuerza contra la polla de Natsu — ¡Ah! ¡Ahhh! ... ¡¡¡Me encanta!!! — Todo lo que Lucy podía
sentir placer, su mente se había convertido en nada más que lujuria.
—Estoy por venirme…— Gruño aumentando frenéticamente sus
embestidas golpeando constantemente el útero de la chica — ¡Recíbelo todo Lucy! — Con una estocada más la punta de su pene
entró en el útero de la rubia y explotó su carga dentro de su útero y la inundó
hasta el punto que le hinchó un poco el vientre.
La sensación
fue tan intensa que hizo que Lucy llegara al clímax nuevamente.
Natsu sacó
su polla aún erguida, dejando que su semen saliera del coño de su hembra.
—E-Eso f-fue… asombroso~…— Gimió la rubia perdida en la lujuria
y el placer que le había provocado su orgasmo.
Al recuperar
la consciencia, Lucy se encontró agarrada del brazo y arrastrada hacia la
ventana, su cuerpo desnudo fue empujado rápidamente contra la ventana, sus
enormes pechos fueron aplastados contra
el cristal.
— ¡¿Qué estás haciendo?! —
Preguntó. — ¡Alguien nos verá! —Exclamo
preocupada.
—Esa es la
idea. Quiero que vean cuán puta eres, Lucy—
— ¡No, no puedes! ¡No puedo dejar que
nadie me vea así! —
Habló asustada y a la vez excitada pues en secreto le emocionaba el hecho que todos vieran como le pertenecía por completo
a Natsu y él la hacía gritar de éxtasis.
—Te dije que habría consecuencias
Lucy, no te quejes —
Ordenó con autoridad acariciando el trasero redondo de la rubia.
Lucy no dijo
nada y coloco las palmas de sus manos para apoyarse en el cristal, Natsu sonrió
y ocupó su lugar detrás ella, con las manos en sus caderas, froto su rígida y
erguida polla en los labios húmedos de la chica.
Esta vez,
sin embargo, no estaba interesado en su apretado coño, sino en su pequeño y
virgen trasero.
La punta de
su polla presionó firmemente hacia adelante, presionando contra su ano intentando abrirlo.
— ¡Tienes que estar bromeando! — Protestó excitada, jamás había hecho
sexo anal con Gray así que le emocionaba esta nueva experiencia pero a la vez
le aterraba que el enorme monstruo que tenía Natsu por pene le desgarrara el
ano — ¡No hay forma de que esa cosa
enorme entre dentro de mi trasero! — Volvió a protestar.
Natsu no
respondió y continúo con su trabajo y presionó su pene hacia adelante, poco a
poco, deslizándose lenta pero constantemente en el ano de Lucy, expandiéndolo
más allá de sus límites.
El cuerpo de
Lucy se tensó cuando sintió el enorme órgano deslizarse en su trasero, incapaz
de comprender las increíbles sensaciones que ahora llenaban su cuerpo una vez
más.
— ¿Cómo te sientes, puta? — Preguntó mientras continuaba enterrando
su polla dentro de ella.
— ¡Es... es... increíble~!— Respondió en éxtasis — ¡Siento que me voy a correr con mi
trasero! —
Natsu
comenzó a retirarse y empujar de nuevo, su inmensa polla golpeó el interior de
su culo con tanta fuerza, estirándola y frotando cada centímetro de su ano.
El placer era tan intenso como cuando había
estado en su coño, su boca se abrió soltando un grito de placer y éxtasis — ¡Oh Dios! ¡Es tan bueno! — Gritó, sus
pechos se frotaron hacia arriba y abajo del cristal mientras Natsu la follaba,
sabía que cualquiera que estuviera caminando escucharía sus gritos y miraría
hacia arriba, sin embargo, el miedo de que la descubrieran no fue suficiente
para hacerla detenerse, ya que se sentía demasiado bien tener la polla del
hombre que realmente ama entrando y saliendo de su trasero.
—Y tu trasero es tan apretado como tu
coño cariño— Expresó
gruñendo de placer sin frenar sus embestidas — ¡Dios, es como si tu cuerpo fuera hecho para ser follado de esta
manera! ¿Te gusta, no? ¿Ser usado como una puta barata? — Comentó de manera
divertida, le gustaba un poco degradar a la rubia.
— ¡Sí! — Gritó en éxtasis — ¡Sí! ¡Me encanta! ¡Úsame, Natsu! ¡Úsame
como la puta que soy! — Lucy se estremecía llena de placer, mientras sus
pupilas tomaban forma de corazón.
—Con mucho gusto Lucy— Comenzó a follarla aún más fuerte,
su pene se deslizo dentro y fuera de su ano, Lucy continuó gritando en éxtasis
todo el tiempo, cerrando los ojos y esperando desesperadamente que nadie la
viera, su ano realmente experimentaba la dicha del sexo anal, saboreó las
sensaciones más maravillosas, la increíble alegría de tener todo su cuerpo
enloquecido por la increíble polla de Natsu.
Una y otra y
otra vez, el enorme órgano se deslizó dentro de su cuerpo, la mente de Lucy se
quedó en blanco al sentir que se estaba volviendo loca, todo lo que podía hacer
era tratar de mantenerse en pie, sus pechos presionados firmemente contra el
cristal, su boca abierta y babeando por el cristal, el placer se convirtió en
un pozo interminable de alegría en el que se encontró inmersa, la felicidad
fluía por todo su interior.
Durante unos
20 minutos más, Natsu llegaba a su próximo orgasmo así que acelero sus embates.
Los gritos
de Lucy resonaban por la habitación y salían por la ventana.
— ¡Dios, tu trasero es increíble! — Gruño Natsu con los dientes apretados
y los ojos cerrados cuando su clímax comenzó a aparecer —Prepárate que me voy a correr dentro—
Lucy se
encontró incapaz de decir algo, simplemente disfrutaba de placer sintiendo las
palpitaciones del pene de Natsu.
Natsu cargo
a la rubia y la llevo de regreso a la cama, ahí continuo follando su ano sin
piedad hasta que sintió que estaba por correrse — ¿Dónde lo quieres Lucy? —Preguntó escuchando los dulces gemidos
de la mujer.
— ¡¡¡En mi coño!!! ¡Lo quiero en mi
coño! — Gritó
extasiada sintiendo que ella también volvería a tener otro fuerte orgasmo.
—Sus deseos son mis órdenes— Natsu saco su miembro del trasero de
la rubia y de una sola estocada la penetro hasta entrar en su útero — ¡Queda embarazada perra! — Gruñó
apretando con fuerza las pomposas y redondas nalgas de Lucy y dando una
estocada final vertió su carga de semen de vuelta en el útero de la chica.
—¡¡Ahhhhh!! ¡Natsuuuu!~.... — Grito de placer en un tono algo
melodioso.
—Amo tus gemidos cariño, pero esto aún
no ha terminado, la noche es joven y aun no estoy satisfecho— Hablo en un tono lujurioso y volvió
a mover sus caderas con el fin de seguir follando salvajemente a la rubia.
~4 horas después~
Podemos
visualizar a nuestra pareja de amantes, acostados en la cama en busca de un
segundo aire, con Lucy usando el pecho de Natsu como almohada y este último
acariciando los largos cabellos rubios de la chica.
Sniff, sniff
Escuchó
Natsu el inconfundible sonido de un llanto, por lo que bajo su mirada hacia
donde está Lucy, viendo que efectivamente estaba llorando — ¿Lucy? Cariño, ¿Por qué lloras? — Cuestionó genuinamente
preocupado, provocando que la rubia lloré más.
—S-Soy una estúpida y una puta…— Susurró la chica mientras más
lágrimas salían de sus ojos —N-no puedo
creer que me haya dejado tentar por Gray y serte infiel, deberías odiarme,
despreciarme— Expresaba, mientras se sentaba en la cama —Tengo miedo de que…—
Lucy no pudo
continuar debido a que sintió una presión en sus labios, al abrir los ojos noto
que Natsu la estaba besando, como siempre lo hacía transmitiendo amor.
—No te dejaré Lucy— Aseguró una vez que se separó del
beso —Es cierto que cometiste un terrible
error, pero yo te sigo amando, además también es mi culpa por no hablar contigo
respecto a las relaciones sexuales, debí ser más atento contigo y de tus
necesidades, estaba tan concentrado en controlar mis instintos para no violarte
que no note que tu necesitabas un poco de contacto físico— Expresaba con
una pequeña sonrisa.
Lucy soltó
una risita y se relamió un poco los labios —Creo
que no se pudo evitar eso— Comentó divertida.
—Perdón, creo que me excedí— Respondió rascándose la nuca algo
apenado pues claramente había follado de manera brutal a la rubia.
La rubia
sonrió ante la respuesta de Natsu, sabía que su dragón tenía un gran corazón
pero esto era demasiado, ella le fue infiel por varios meses y Natsu le
perdonaba como si no fuera nada, después recordó que Natsu al entrar su
departamento cuando descubrió su traición llevaba un smoking además de que dejo
caer una cajita negra, dedujo de que se trataba —Te pido perdón Natsu, en serio estoy arrepentida y dudo que merezca
ser tu esposa— Expresaba más deprimida la rubia.
Natsu soltó
un pequeño suspiro algo irritado por la actitud de la rubia —Es cierto no mereces ser mi esposa— Respondió deprimiendo
aún más a la rubia —Serás una de mis
esposas, ya que Juvia merece a alguien mejor que Gray— Explicaba señalando
el armario donde está el inconsciente mago de hielo —Tendrás
que compartirme Lucy— Agregó con seriedad.
La rubia
sonríe entre lágrimas para asentir con la cabeza —Si con eso puedes seguir amándome, entonces aceptaré con gustó— Habló
limpiando las lágrimas que aún tenía.
—Yo las amaré a todas por igual Lucy— Hablaba Natsu para después darle
otro beso a la rubia, la cual correspondió con deseo —Bien, debes seguir con la farsa de que Gray es tu amante Lucy— Expresaba
Natsu con una sonrisa divertida.
Lucy hizo un
puchero ante la petición, demostrando su descontento
— ¿Bromeas?, Después de todo lo que me hiciste no sentiré nada con Gray— Murmuró
molesta la rubia
Natsu río
divertido ante el comentario, aún que sabía que su novia tenía razón —Sera con el fin de poder robar a Juvia y
tenemos que seguir así hasta que Juvia caiga y se enamore de mi— Explicaba
Natsu, mientras empezaba amasar un pecho de Lucy y pellizco su pezón —Para eso necesitaré la ayuda de Mira-chan~—
Decía con una pequeña sonrisa maliciosa mientras soltaba el pecho de Lucy y se
levantaba de la cama.
—Eso no responde a mi pregunta— Susurró entre pequeños jadeos la
rubia.
—El plan sueños— Habló Natsu con calma viendo hacia
el armario —Consiste en que esta noche te
quedes con Gray y cuando despierte le hagas creer que todo fue un sueño, hazle
creer que aún no han sido descubiertos eso hará que se sienta seguro y actúe
arrogante de nuevo— Explicaba dándose la vuelta para colocarse arriba de
Lucy, con la intención de una ronda más —Seguirás
siendo su amante hasta que Juvia sea mía, así que tendrás que soportar su
diminuto pene de niño un tiempo más, ese será tu castigo —Habló con una
sonrisa maliciosa causando un puchero de la rubia —¿Lista para otra ronda más? —
—Para ti siempre mi amor~— Respondió en un tono coqueto.
~A la mañana siguiente~
Gray abrió
de forma abrupta los ojos, para después incorporarse notando que estaba en la
habitación de Lucy, observó hacia todos lados buscando con la mirada a Natsu.
— ¿Gray? ¿Estás bien?— Preguntaba Lucy mientras se tallaba
los ojos, como si estuviera despertando de un largo sueño.
—Natsu... ¿Dónde está Natsu? — Preguntó asustado el chico,
observando fijamente a la rubia.
Lucy ladeó
su cabeza confundida — ¿Natsu?, Supongo
que está en su casa, ¿Por qué lo preguntas? — Cuestionó con inocencia.
Gray observó
fijamente los ojos de Lucy, tratando de encontrar algún indicio de mentira,
pero suspiro de alivio al ver que la chica decía la verdad —Nada, supongo que fue un sueño— Susurró aliviado mientras se
limpiaba el sudor de la frente.
La rubia
soltó una pequeña risa —Volvamos a dormir
Gray, hoy tuve una excelente follada, la mejor de mi vida y estuvimos mucho
tiempo haciéndolo, me dejaste agotada~— Musitó con una sonrisa coqueta,
volviéndose acomodar en la cama.
—Claro, te dije que soy un experto en
la cama— Se jacto
Gray acomodándose al lado de la rubia.
Lucy trató
de aguantar una carcajada ante el comentario de Gray, debía guardar la compostura
o todo se iría al carajo —Si, eres el
mejor— Expresó causando que el ego de Gray fuera hasta las nubes — “Eres patético Gray, si tan solo hubieras
visto como Natsu me hacía correr una y otra vez durante horas …ya no puedo
esperar a ver la expresión de tu rostro cuando veas a Natsu follandonos a mí y
a tu novia en frente de ti” — Pensó con una sonrisa de malicia en su rostro
que el azabache no pudo ver, ante tal pensamiento la rubia sintió que su
intimidad volvía a mojarse pero tuvo que aguantarse en esta ocasión para no
echar a perder el plan.
Gray solo
cerró los ojos y abrazo a la chica y se dispuso a dormir.
~En otro lugar~
—Entonces eso pasó ¿Eh?— Musitó Gajeel recargándose sobre un
árbol a la vez qué se cruzaba de brazos a la vez que observaba fijamente al Dragón
Slayer de fuego.
—Si…— Suspiró Natsu con pesadez —En verdad creí que Gray era mi amigo, me
cuesta creer que haya hecho todo eso solo por celos hacía mí— Habló con
notable decepción en su tono de voz.
—Fullbuster es un bastardo— Escupió de forma despectiva — ¿Que harás con la coneja? — Interrogó
con genuina curiosidad.
—Aun la amo Gajeel, no puedo odiarla
aún por más que lo intente, sé que me fue infiel y en parte es su culpa, pero
Gray fue quien la tentó y manipuló para engañarme— Mencionaba dejando salir un suspiro —Además también tengo parte de la culpa, no
debí ser tan idiota y debí haber hablado con ella sobre cerca de tener
relaciones sexuales, en vez de dejarla frustrada— Agregó bajando la mirada
frunciendo el ceño en decepción consigo mismo.
—Tienes razón— Respondió haciendo que Natsu alzará
la vista —Eres un imbécil— Bromeó con
diversión, provocando que Natsu gruñera con molestia —Aunque yo esperaba que esto sucediera y a pesar de que es algo extremo,
hiciste lo correcto en dejar que tus instintos te dominarán y recuperarás a tu
hembra— Expresó asintiendo para sí mismo.
—Yo no lo veo correcto— Murmuró Natsu cruzándose de brazos,
no muy seguro de lo que hizo.
—Para un dragón lo es y tú eres un
rey dragón, básicamente puedes tener las hembras que desees— Hablaba tranquilamente para después
acercarse a Natsu y sujetarlo de la bufanda para observarlo de forma amenazante
—Pero si te acercas a mi enana te
masacraré— Prometió con seriedad.
—Jamás lo haría Gajeel— Respondió tranquilamente sin
inmutarse por la amenaza del Dragón Slayer de hierro —Eres mi mejor amigo aún que odie admitirlo, además sabes que entre
dragones no nos hacemos daño— Dijo con una sonrisa y Gajeel lo soltó.
—Excelente, pero la advertencia queda— Sonrió golpeando el rostro del pelirosa
—En cuanto a tu caso, me alegra que se
arreglaran las cosas con la coneja, después de lo que le hiciste jamás te
volverá a engañar y si en verdad piensas robarte a Juvia, júrame que la
trataras como se merece y no serás como ese bastardo pito corto— Expresó
con seriedad viendo al pelirosa a los ojos.
Natsu soltó
una carcajada para después asentir —Claro
que lo haré, Juvia es hermosa y una chica con un corazón puro y buenos
sentimientos, odio ver cómo es tratada de forma tan cruel, créeme que le daré
todo el amor que merece— Prometió Natsu con una sonrisa.
Gajeel
sonrió suavizando sus facciones ante la respuesta sincera de Natsu —Me alegro saber eso Natsu, te confiaré a mi
hermanita— Habló con seguridad —Bien
será mejor que vuelva antes de que la enana despierte, nos vemos Salamander
—Se despidió con una sonrisa y se encamino hacia su hogar que compartía con
Levy.
—Gracias por escucharme Gajeel— Agradeció sonriente y después
camino de regreso a su casa, necesitaba descansar un poco.
~2 horas después, alrededor de las 10
de la mañana~
Natsu caminaba
a paso tranquilo hacia el gremio, sonriendo al recordar lo que pasó con Lucy y
también lo que ahora debe estar haciendo con Gray —"Pensar lo mucho que sufrirá, dibuja una sonrisa en mi
rostro"— Pensó divertido hasta que observó a lo lejos una sonriente Juvia
que observaba varias cosas.
El pelirosa
apresuró el paso hasta llegar al lado de la peliazul — ¡Hey Juvia!— saludaba con una sonrisa relajada.
La peliazul
se sobresaltó ante el repentino llamado, pero al darse la vuelta para observar
quien llamaba, una ligera sonrisa se dibujó en su rostro al ver a Natsu —Natsu-san, ¡Hola!— Respondía el saludo
con tranquilidad y una bella sonrisa.
— ¿Vas al gremio?— Cuestionó el pelirosa a lo que la
peliazul movió su cabeza en afirmación —Genial,
¿Te importaría que te acompañe? — Propuso amablemente.
Juvia lo
pensó unos segundos y al no ver problema acepto —Claro, Juvia apreciará su compañía— Aceptó de forma inmediata.
La sonrisa
del pelirosa se ensanchó — ¡Excelente!
¡Entonces vamos! — Exclamaba animadamente para tomar el brazo de Juvia y
guiarla hacia el gremio.
La peliazul
río por la actitud infantil de su compañero, aún que se tensó al sentir el
tacto de Natsu —"Tan cálido"—
Pensó mientras sus mejillas se teñían en rojo.
Durante el
camino, Natsu se dedicó a hacer reír a Juvia, ya sea haciendo payasadas o malas
imitaciones de varios de sus compañeros, cosa que funcionaba ya que Juvia no
paro de reír y se veía verdaderamente feliz. Pero pasados varios minutos ambos
magos terminaron dentro de la puerta del gremio.
—Te deseo suerte Juvia— Deseó Natsu con una pequeña sonrisa,
sorprendiendo a la peliazul.
— ¿Co-Cómo?— Preguntó la peliazul sin ocultar su
sorpresa.
El pelirosa
sonrió de medio lado ante la pregunta —Eres
muy obvia, ya que tienes una pequeña bolsa entre tus manos Juvia— Expresó
señalando dicho objetó.
La chica se
sonrojo visiblemente ante su despiste —Y-ya
veo, gracias Natsu-san— Agradeció entrando al gremio para ir con su amado.
Natsu sonríe
entrando detrás de Juvia, pero tomando rumbo hacia sus compañeros Dragón
Slayer.
Juvia llegó
junto a su amado novio, tomando algo de aire para reunir valor —Gray-sama, ¿Le permite un momento a Juvia?
— Pidió ligeramente nerviosa y sonrojada.
El pelinegro
bufó algo molesto, para observar de reojo a la peliazul — ¿Qué es lo que quieres? — Preguntó con desinterés, justo en ese
momento todo el gremio guardo silencio para ver el rumbo que tomaban las cosas.
Juvia traga
algo de saliva aún más nerviosa, para después sacar de la bolsa un collar
parecido al de Gray —Es-esto es un regalo
para usted, Juvia lo hizo con sus propias manos, por favor acéptelo— Pidió
entregando dicho objeto ante la mirada incrédula de muchos, debido a que el
collar era precioso.
—No lo quiero— Fue la simple respuesta del mago,
provocando que algo dentro de Juvia se rompiera — ¿Por qué insistes en darme tantos regalos?, Todos terminan en el
mismo lugar y ese lugar es mi bote de basura— Expresaba irritado ignorando
como los ojos de Juvia perdían brilló —Pero
esto será diferente— Siseó tomando el collar entre sus manos, para después
usar magia y congelarlo, acto seguido lo apretó con fuerza destruyéndolo.
Todos los
miembros jadearon de asombro o horror ante lo dicho y hecho por Gray, no podían
creer que su compañero fuera tan bastardo, muchos vieron con pena a Juvia la
cual no dijo nada y simplemente salió corriendo del gremio, demasiado rápido
como para que alguien la detuviera.
Gajeel
golpeó una de las mesas, quebrándola por la fuerza aplicada para después
acercarse a Gray — ¿Que mierda de pasa
imbécil?, ¿Quién te crees que eres para hablarle así a Juvia? — Expresaba
con irá siendo sujetado por Elfman en un intento por evitar una masacre.
—Soy el novio de esta tipa, ¿Acaso no
es obvio? — Hablaba
desinteresado Gray, sonriendo con altanería hacia Gajeel.
—Que seas su novio no te da derecho
de tratarla así Gray—
Hablaba Mirajane sonriendo de forma enfermizamente dulce, pero el aura negra
que irradiaba era asfixiante y peligrosa.
—Cuando necesite tu opinión te
llamaré Mira— Dijo
observando de reojo a la albina, la cual se cabreo aún más.
Erza se puso
delante de Gray —Levántate, iremos a
buscar a Juvia y te disculparas con ella— Ordenó Titania con el ceño
fruncido.
Gray bufó
con molestia —Miren, el cómo trate a mi novia no es su maldito problema, ¿Por
qué no mejor se van con sus parejas? — Musitó frunciendo el entrecejo.
Mientras
esos cuatro discutían sobre lo que pasó, se ve que por la puerta del gremio
entraba cierta rubia pechugona, la cual busco con la mirada a su novio y una
vez que sus miradas conectaron, ambos sonrieron con complicidad sabiendo que el
plan estaba en marcha.
—“Muy bien, hora de conquistar a
Juvia”— Pensó con
una sonrisa y se levantó de su asiento, se acercó a la rubia pechugona y le
susurro unas palabras que la hicieron sonrojar, después de eso salió
desapercibido del gremio.
—¡¡Ya me hartaron!! ¡Yo trato a Juvia
como se me dé la gana porque es mi puta personal y ninguno de ustedes puede
evitarlo! Así que dejen de fastidiarme— Expresaba de forma iracunda el pelinegro, viendo con
molestia a todos sus compañeros de gremio.
Una vez
dicho eso Gray se puso de pie y se dispuso salir del gremio, ignorando las
palabras de los demás. Observó de reojo a Lucy dándole la señal de que lo siga,
a lo que la rubia asintió y espero a que el chico se fuera para después ir ella.
—Ese imbécil— Expreso furiosa e impotente la
pelirroja al ver como el azabache se iba sin aceptar las consecuencias.
—Déjalo Titania, no vale la pena— Hablo sintiéndose de la misma panera
que la chica pelirroja y mejor decidió irse junto a su esposa —“Será mejor que te apures y hagas tu movida
Salamander antes de que mate a ese nudista de mierda” —Pensó deseando que
Natsu comenzara a conquistar el fracturado corazón de su hermanita.
Después de
que Gray se fuera debido al irritante suceso, cada quien fue a hacer sus asuntos,
cosa que aprovecho Lucy para acercarse a la albina que ya se encontraba en la
barra.
—Ne~ Mira-san~— Habló de forma risueña Lucy
consiguiendo la atención de la albina.
—Ara Ara~ ¿Te puedo ayudar en algo
Lucy?~ — Preguntó
interesada la albina observando detenidamente a su compañera, la cual se veía
increíblemente feliz.
—Sí~— Musitó la rubia con una pequeña
sonrisa —Natsu desea verte hoy en la
noche, al parecer necesita hablar contigo de algo, ¿Crees que podrías reunirte
con él?~ — Expresó tranquilamente la maga, esperando la respuesta de su
contraria.
Mirajane se
sorprendió ligeramente ante eso, pero después sonrió de medio lado —Claro~ solo si me cuentas por qué estás tan
feliz~— Dijo la albina con una pequeña sonrisa astuta.
Lucy río suavemente
sabía que Mirajane pediría algo así —Claro
que te lo contaré, pero será después de que me hagas ese favor, recuerda que me
debes una~— Mencionó con una sonrisa de suficiencia, causando que la albina
maldijera por lo bajó.
—Está bien, pero espero que me lo
cuentes todo— Refunfuño
la albina haciendo un puchero.
—Lo haré, lo haré— Respondió soltando una risita —Bueno, entonces Natsu volverá al gremio en
la noche para hablar contigo — Explico sonriente mirando a la albina la
cual asintió —Bueno Mira-san, yo me
retiro, me siento inspirada así que iré a escribir mi novela—Hablo
despidiéndose de la albina.
—Está bien Lucy, cuídate— Se despidió con su dulce sonrisa y
solo observo como la rubia salía del gremio.
Lo que
Mirajane no pudo notar fue la siniestra sonrisa que tenía Lucy en su rostro.
~En la noche~
Natsu iba de
camino al gremio, observando el cielo notando que ya era muy tarde, si
calculaba bien serían alrededor de las 11 de la noche. Soltó un largo suspiro
recordando lo bien que se la paso con Juvia, sentía algo de lástima por la
peliazul debido a todo lo que sufrió, esperaba que Mirajane la apoyará en su
plan.
Pasados unos
minutos Natsu llegó al gremio, abrió las puertas observando que aún quedan
algunos miembros, olfateo al aire notando que Mirajane se encontraba en el
almacén, por lo que decidió ir directamente allí. Una vez en el almacén observó
cómo la albina comenzaba a limpiar.
—Hola Mira— Saludo Natsu con una pequeña sonrisa
mientras se acerca a la albina.
— ¡Oh!, Hola Natsu— Respondió la albina con una suave
sonrisa — ¿Sobre qué deseas hablar
conmigo?, Lucy me informo que querías hablar conmigo— Hablaba genuinamente
interesada la chica.
—Aún quedan miembros en el gremio,
así que hablemos sobre eso cuando estemos solos— Decía Natsu-sama con un toque de
misterio, sabiendo que a la albina le gusta mucho estar bien informada — ¿Qué tal si te ayudó?, En lo que esperamos
a que estemos solos— Propuso con una sonrisa.
—Está bien, acepto con gusto tu
ayuda— Decía
Mirajane con una sonrisa ansiosa, deseando saber sobre lo que quería hablar
Natsu.
Pasaron
alrededor de media hora limpiando toda la
estancia del gremio, tiempo suficiente para que ambos magos quedaran
completamente solos. Ahora mismo Natsu ayudaba a Mirajane a llevar unas cajas
al almacén.
—Ya estamos solos Natsu, ¿Ahora me
podrías decir sobre tu asunto conmigo? — Preguntó la albina sin poder ocultar su interés.
Natsu asintió
dejando salir un suspiro —Verás cuando
fui a buscar a Lucy para proponerle matrimonio, me la encontré follando con
Gray— En ese momento Mirajane jadeo de asombro —Gray la tentó para que me fuera infiel, por eso necesito tu ayuda para
poder vengarme y robar a Juvia de las manos de Gray— pidió viendo a la
albina con ojos suplicantes.
Mirajane
tomo algo de aire, si bien Natsu tenía derecho de vengarse, no podía ayudarle
esta vez —Lo siento Natsu, no puedo
ayudarte en algo como eso, por más que tengas derecho a vengarte— Expresó
de forma seria.
Natsu abrió
sus ojos sorprendido ante la declaración de Mirajane — ¡Por favor Mira!, Solamente necesitó una de tus pociones mágicas,
específicamente los polvos ilusorios— Rogó de forma desesperada.
La albina se
mostró sorprendida, al saber que Natsu posee información sobre sus pociones — ¡He dicho que no Natsu! Y si eso es todo
lo que tienes que decir, por favor retírate— Siseó de forma seria y algo
amenazante.
El pelirosa
fiel a su actitud terca negó con la cabeza —Recuerda
tu promesa, dijiste que me ayudarías sin importar qué fuera, prometiste que
siempre podía contar contigo en lo que fuera, te necesito mira, necesito tu
ayuda…no solo como venganza, también por Juvia…ella no merece que la traten
así, yo puedo amarla como desea, por favor Mira…— Expresaba con la
esperanza de convencer a la chica.
La chica se
mostró algo dudosa ante ese recuerdo y al escuchar la intención de su amigo,
aunque no era mala del todo pues estaba de acuerdo que Juvia no debía estar con
Gray no eran las formas correctas las que tenía planeadas el pelirosa, por lo
que movió su cabeza en señal de negación —Lo
siento Natsu, pero ya dije que no puedo ayudarte en algo así, esta vez no—
Expresó de forma firme.
Natsu dejó
salir un largo suspiro —Te juro que no
quería llegar a esto Mira, debido a que eres mi amiga y te quiero mucho— Murmuraba
Natsu mientras su cabello cubría sus ojos —Pero
supongo que debo negociar con más rudeza— Siseó de forma amenazante para
acercarse de forma depredadora a la albina, la cual retrocedió algo asustada.
~7 horas después en el almacén del
gremio~
—Entonces Mira-chan, ¿Me podrías
hacer ese favor?~— Interrogó
Natsu con un tono ronco, lo cual estremeció a la albina.
La susodicha
se encontraba acostada en una mesa totalmente desnuda, su cabello estaba
despeinado, sudor escurría de todo su cuerpo, sufría de varios espasmos y
jadeaba tratando de recuperar aire, mientras que de su entrepierna salía una
gran cantidad de cierto líquido espeso blanco.
—H-Hai, haré lo que desees Natsu~— Susurró idiotizada mientras veía al
chico con sus pupilas en forma de corazón.
—Genial, fue un placer hacer negocios
contigo Mira-chan y si todo sale bien, podremos celebrar, ¿Qué te parece?~—Hablo sonriendo de forma lasciva,
para después introducir dos dedos dentro del coño de Mirajane.
La albina
libero un tembloroso gemido de placer —H-Hai,
esperaré ansiosa eso~— murmuró con tono coqueto.
—Por cierto Mira-chan, siempre serás bienvenida,
puedes dejar al idiota de Laxus y venir conmigo, yo te amare y complaceré como
se debe— Habló en un
tono seductor y cariñoso a la ves y se despidió besando cariñosamente los
labios de la albina para después tomar el frasco y salir del almacén.
—N-Natsu~…i-increíble…pene…p-pene…g-grande…más~…
mas~— La albina se
encontraba completamente ida y solo se podía escuchar sus incoherentes
balbuceos.
Natsu cerró
la puerta del almacén y se dirigió a la salida del gremio pero justo cuando
estaba frente a las puertas estas se abrieron inesperadamente y la silueta
femenina de una persona se colocó frente a Natsu, esta era Erza que había
llegado al gremio temprano como usualmente hacía.
— ¿Natsu? ¿Qué haces tan temprano en
el gremio? —Interrogo
con gran curiosidad pues el pelirosa no se caracterizaba por llegar temprano y
menos a las 8 de la mañana cuando las puertas se abrían por lo que le
sorprendía verlo en el gremio casi a las 8.
—Ya voy de salida Erza, de hecho me
quede toda la noche con Mira-chan para ayudarla a limpiar el gremio y hacer el
inventario de suministros— Explicó de manera tranquila esperando que la pelirroja le creyera.
—Ya veo— Respondió al escuchar la explicación
de su amigo y repentinamente le abrazo estrellando la cabeza del pelirosa a su
pecho, pero esta vez no le dolió al chico pues
Titania extrañamente no llevaba su armadura, por lo que esta vez pudo
disfrutar la suave sensación de sus grandes pechos —Eres tan amable y gentil Natsu, sacrificando tu tiempo y una noche de
sueños para ayudar a una amiga, estoy orgullosa de ti— Expresaba la maga
con un extraño tono cálido, muy poco común en ella.
—Siempre estaré para ayudar a mi
familia— Dijo sonriente en respuesta al halago de la
chica y se separó del abrazo observándola detenidamente —Sabes Erza, deberías usar menos tu armadura, eres hermosa y tienes
bonita figura, además de que tienes una bella sonrisa— Confeso causando un
inmenso sonrojo en su amiga —Bueno tengo
que irme, prometí pasar el día con Lucy— Explico con una sonrisa y comenzó
a alejarse de su amiga que solo quedo parada en shock pues no se esperaba
aquellas palabras de Natsu.
—Idiota~…— Susurro con un tierno puchero y sus
mejillas teñidas de un leve carmín, llevo su mano a su pecho pues su corazón le
latía con fuerza, ni siquiera Jellal le había dicho tan bellas palabras.
Erza sacudió
la cabeza tratando de olvidar lo que acababa de pasar y entro al gremio pero al
no visualizar a la albina en la barra decidió buscarla temía que le hubiera
pasado algo.
Después de
su pequeña plática con Erza, Natsu se encamino hacia la casa de su amada.
Unos minutos
después Natsu estaba frente a la puerta de la habitación de Lucy, procedió a
tocar y espero unos segundos para que la rubia abriera.
Lucy sonrió
ampliamente al ver a su novio — ¡Natsu!,
Me alegra que estés aquí— Exclamó besando los labios del pelirosa a la vez
que rodeaba el cuello de este con sus brazos.
Natsu
correspondió el beso, mientras rodeaba la cintura de la chica con sus brazos,
pasaron unos segundos y ambos se separaron por la falta de aire, para que
después Lucy hiciera un puchero.
—Demonios~ es un martirio tener que
soportar a Gray, ¿Sabes lo difícil que es fingir gemir llena de placer cuando
no sentía nada con su clítoris? — Preguntó con el ceño fruncido.
Natsu se
empezó a reír divertido ante la desdicha de su ex-mejor amigo —Pues claro, ya eres solamente mía— Susurró
Natsu con tono ronco.
Lucy se
estremeció, sintiendo como su entrepierna se humedecía ante el tono de Natsu —Si estás aquí, quiere decir que Mira acepto
ser parte de tu plan, ¿No? — Preguntó con una sonrisa coqueta.
Natsu
asintió con una pequeña sonrisa divertida, mientras acercaba su rostro al cuello
de Lucy, empezando a besarlo —Aquí está
el producto— Susurró mostrándole el frasco a Lucy.
La rubia se
estremeció y gimió suavemente ante la caricia — ¿Usaste la herramienta de negociación? — Interrogo sonriendo de
forma pervertida
—Correcto, Mirajane no me dejó otra
alternativa—
Respondió Natsu lamiendo el cuello de la rubia.
Los gemidos
de Lucy subieron de tono, mientras trataba de reír —Natsu~ ¿Podrías follarme?, Quiero olvidar la tortura que tuve soportar
con Gray —Rogó la rubia sintiendo su intimidad gotear.
—Claro que sí~ Mira-chan no me dejo
del todo satisfecho—
Dijo de forma depredadora.
~En Fairy Hills~
Nos encontramos
en el conjunto de dormitorios para mujeres, más específicamente en la
habitación de la maga de agua Juvia Loxar, la cual se encontraba preparándose
para salir al gremio, dio un último vistazo a su habitación notando que tenía
muchas cosas de Gray, en ese momento recordó las palabras que le dijo Natsu un
día antes.
"Si te trata mal y solo quiere
tener sexo contigo, entonces no eres más que un juguete para él, por lo que no
merece tu amor Juvia"
La peliazul
se sonrojo un poco al recordar el divertido día que tuvo junto al Dragón Slayer,
Natsu la hizo sentir especial y olvidó totalmente todo lo que le hizo Gray, en
serio que Natsu era alguien especial.
—Natsu-sama— Susurró Juvia llevándose las manos
al pecho, sintiendo su corazón latir ante la imagen de la radiante sonrisa del
Dragón Slayer.
Continuara…
Próximo Capitulo: La
conquista del mar
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