El Castigo del Mar y las Estrellas Capitulo 2
Capitulo 2. La Conquista del Mar
~Fiore, Ciudad de Magnolia~
Nos
encontramos en el dormitorio para mujeres de Fairy Tail, Fairy Hills, más
específicamente en la habitación de una bella maga de agua, Juvia Loxar.
— ¡Listo! — Exclamo alegre amarando la última
bolsa de basura que le restaba —Este será
un nuevo comienzo para Juvia— Aplaudió con alegría notando como su
habitación se encontraba casi vacía, pues todos sus objetos relacionados con
Gray ahora serían desechados, era el primer
paso a su nuevo comienzo, desechar toda su obsesión por el alquimista de hielo.
Después de
terminar de ordenar su habitación, la peliazul se despojó de sus ropas y se
metió al baño a darse una refrescante ducha. Después de unos 15 minutos la chica
ya se encontraba lista para salir en dirección al gremio, pero antes se dio un último
vistazo en el espejo.
—Juvia está lista— Susurró para sí misma, viéndose en un
espejo y sonriendo ante su apariencia —“Espero
que la nueva Juvia sea del agrado de Natsu-sama”— Pensó con una sonrisa,
para después suspirar como enamorada al imaginar la expresión del hombre que
gobernaba sus pensamientos, después volteo la mirada hacia su cama mirando un
peluche de dragón color azul, se llevó sus manos a su pecho con la intención de
que su corazón dejara de latir tan rápido.
La peliazul
llevaba un vestido muy diferente a su ropa que usualmente utilizaba, ahora
llevaba puesto un vestido de una pieza color blanco de tirantes dejando sus
brazos y hombros descubiertos además de un pronunciado pero elegante escote a
sus pechos, el vestido era un poco largo llegándole unos centímetros debajo de
le rodillas, su cabello suelto caía onduladamente sobre sus hombros, además de
que se puso un sombrero de paja pintado de blanco, con un lazo azul que termina
en moño sujetando una hermosa flor del mismo color.
La sonrisa
de Juvia se amplió notablemente al fantasear una escena romántica con el Dragón
Slayer mientras este halaga lo hermosa que se veía con su nueva apariencia, no
estaba seguro de lo que sentía por Natsu, pero estaba completamente segura que
se sentía feliz con su compañía, disfrutaba más estar junto a Natsu que con su
propio novio.
Juvia abrió
la puerta de su habitación y salió para ir al gremio, dispuesta a tener otro
maravilloso día con Natsu. El sol brillaba radiante, quizás una señal del estado de animo de la
chica, Juvia tarareaba dulcemente una canción caminando alegremente por las
calles del pueblo atrayendo la mirada de las personas, la chica se veía
sumamente hermosa, el vestido resaltaba su figura y el aire de alegría que
emanaba era contagioso.
Juvia llego
unos minutos después al edificio del gremio más ruidoso de Fiore, Fairy Tail,
con tranquilidad y algo de elegancia abrió las puertas y paso por ellas
entrando al gremio.
—Hola a todos— Saludó de manera animada
consiguiendo la atención de todos los miembros, los cuales la observaron con
incredulidad debido a su cambio de ropa y a qué había saludado al llegar.
Los miembros
observaron con sorpresa e incredulidad a Juvia, la cual entraba felizmente al
gremio y miraba hacia todos lados como si buscará a alguien, ¿Cómo era posible
que estuviera tan feliz?, ¿Acaso no debería estar triste por lo pasado el día
anterior con Gray?, ¿Cómo es que ahora radiaba de felicidad?, era el hilo de
pensamientos que tenían todos los miembros, pero no decidieron darle más
vueltas y sonrieron al ver a su compañera tan feliz.
Juvia llegó
a la barra y se sentó en uno de los taburetes que había, noto que a su lado
derecho se encontraba Erza —Hola Erza-san—
Saludó con amabilidad.
Erza no
respondió, ni siquiera se molestó en verla, se encontraba viendo hacia el
frente pensativa y con el ceño fruncido.
Juvia se
incomodó un poco ante la expresión de Erza —
¿Erza-san?, ¿Se encuentra bien?, ¿Le pasa algo?— Preguntó un tanto
preocupada.
Erza salió
de sus pensamientos para después observar de reojo a la peliazul —Oh…Hola Juvia— Saludo un tanto cortante
—Estoy bien, no es nada— Decía
tranquilamente pero la expresión en su rostro no cambio.
—Y-ya veo— Murmuró algo nerviosa por la actitud
de la maga —Erza-san, ¿Juvia se pregunta sí ha visto a Natsu-sama?— Preguntó
con una radiante sonrisa.
La pelirroja
frunció aún más el ceño —No, no lo eh
visto— Respondió de forma brusca.
—Ya veo…— Susurró con notable tristeza y
decepción —Muchas gracias Erza-san—
Agradeció amablemente haciendo una pequeña reverencia y decidió sentarse en una
mesa apartada de los demás, ahora tendría que esperar a su Natsu-sama.
¿Natsu-sama?...Natsu-sama
¿eh?......¡¡¿NATSU-SAMA?!!
Ese sobre
nombre resonaba en la mente de la pelirroja, volteo la mirada de reojo
observando que Juvia seguía apartada de todos mirando la entrada del gremio con
una sonrisa en su rostro, dejo de observarla y volvió a recordar cómo había
llamado la peliazul a su amigo de infancia —Natsu-sama…—
Susurró atando los cabos sueltos y comenzó armar el rompe cabezas. ¡Ahora todo
tenía sentido! Erza azotó su puño sobre la encimera de la barra agrietándola un
poco y rechino un poco los dientes en señal de que estaba muy molesta, ahora lo
entendía después de lo que vio en la mañana.
*Flashback*
Después de
despedirse de Natsu, Erza entra sonriente al gremio, una vez dentro dejo salir
un largo suspiro —“¿Por qué Jellal no
puede ser como Natsu? ¿Es mucho pedir que sea atento, caballeroso y
detallista?” — Pensó Erza con tristeza.
La pelirroja
negó con la cabeza tratando de alejar esos pensamientos, alzó su vista y
observó los alrededores preocupándose de no ver a la albina por ningún lado,
hasta que recordó que Natsu mencionó que estaba en el almacén, así que se
dirigió ahí.
Erza entró
en el almacén y rápidamente se tapó la nariz ante el fuerte olor que había pero
no lograba identificar que era, continuo caminando hasta que encontró a
Mirajane, sorprendiéndose y asustándose al ver a su compañera.
Mirajane se
encontraba acostada en una mesa respirando de forma errática tratando de
recuperar el aliento, con su cuerpo desnudo y cubierto de sudor y semen, Erza
se dio cuenta que ese era el olor, se acercó rápidamente a su compañera — ¿Mira? ¿Te encuentras bien? ¿Quién te hizo
esto?— Preguntó verificando que su compañera estuviera bien.
—.....Pene.......enorme.......fantástico~......
semen...... — Balbuceaba
pérdida en el placer con una sonrisa idiotizada en su rostro —......Dragón..... Más…... ¡¡Más!!.....~—
*Fin Flashback*
Erza se
levantó abruptamente de dónde estaba sentada, para empezar a caminar a paso
firme hacia la salida del gremio, con dirección a la casa del pelirosa
—“Pensé que eras una mejor persona
Natsu” — Pensó
mientras recordaba como encontró a la albina esa mañana —“Primero violas a Mira y ahora ¿Tratas de robarle la novia a tu mejor
amigo?, ¡No permitiré eso!” — Pensó decidida a detener los planes del
Dragón Slayer.
Juvia se
encontraba sentada en una de las mesas del gremio, tarareaba alegremente una
canción que había escuchado por ahí, no sabía
cuál era pero le gustó la tonada, la peliazul sonreía ampliamente
mientras esperaba la llegada de su Natsu-sama.
Natsu-sama~…
Sentía sus
mejillas arder al pensar en el pelirosa y en la maravillosa tarde que le hizo
experimentar el día anterior.
*Flashback*
Después de
aquel terrible incidente donde Gray destruyó el regalo que le había preparado
de corazón, Juvia corría sin rumbo fijo, solamente quería alejarse del gremio,
alejarse de todo. Sentía como sus ojos se llenaban de lágrimas producto de la
tristeza y el dolor que sentía, se preguntaba que hizo mal para no ser amada
por el bastardo de hielo, siguió corriendo hasta llegar a lo más profundo del
bosque.
La peliazul
se detuvo abruptamente, para después sentarse en un tronco caído y comenzar a
llorar de forma desgarradora — ¿Acaso
Juvia hizo algo malo? ¿Por qué Gray-sama no puede amar a Juvia? — Exclamó
la maga de agua con gran dolor, mientras que por su magia el cielo se oscurecía
y comenzaba a llover fuertemente — ¿Es
mucho pedir que alguien ame a Juvia? — Murmuró con su voz quebrada.
—Claro que no, tú mereces que alguien
te amé y trate con respeto— Expresó una voz con tono cálido.
La peliazul
levanto rápidamente la mirada, pensando que es su amado mago de hielo, que la
buscaba para pedirle perdón, pero se decepcionó y sorprendió al ver al mago de
fuego —N-Natsu-san ¿Que hace aquí?—
Preguntó limpiándose las lágrimas con las mangas de su abrigo tratando de
mostrarse fuerte frente al pelirosa, no quería que el chico le tuviera lastima,
pero su roto corazón le impedía hacerlo.
Natsu soltó
un suspiro para sentarse al lado de Juvia —Me
preocupe debido a que te vi entrar en el bosque— Dijo con una pequeña
sonrisa para después abrazar a Juvia —Déjalo
salir Juvia, nunca es bueno callar el dolor— Susurró suavemente en el oído
de la chica.
La peliazul
se sorprendió al sentir el cálido abrazo de Natsu, pero sobre todo al escuchar
sus palabras. Por lo que la peliazul correspondió el abrazó reanudando su
llanto y provocando que la tormenta empeore aún más.
— ¡Juvia es un tonta!— Exclamaba la maga entre sollozos llenos
de dolor para después ver a Natsu en los ojos — ¿Juvia hizo algo malo? ¿Acaso Juvia no merece ser amada? —
Preguntó cómo si el pelirosa supiera la respuesta a esas preguntas.
Natsu
observó sorprendido la expresión tan vulnerable y los ojos llenos de dolor y
soledad de Juvia, no encontraba palabras que decir para animarla, por lo que la
volvió abrazar acomodando el rostro de la maga en su pecho, Juvia acepto el
consuelo de Natsu y continúo llorando dejando salir todo el dolor, tristeza e
impotencia que sentía debido a su relación con Gray.
Pasaron
varios minutos y Juvia empezaba a tranquilizarse, provocando que la tormenta
poco a poco se calmara —“Natsu-san es muy
cálido” — Pensó la peliazul disfrutando la calidez que irradiaban los
brazos de Natsu.
El pelirosa
noto que la maga de agua de tranquilizó, por lo que se separó del abrazó para
después cargarla al estilo nupcial. Juvia chilló lindamente ante ese repentino
acto de Natsu y después se sonrojo por la manera en que es cargada.
—N-Natsu-san ¿Que está haciendo con
Juvia? — Cuestionó
la peliazul con un tenue sonrojo en sus blancas mejillas.
—Te haré olvidar todo lo que pasó
hoy— Expresó el mago
con una gran sonrisa, para empezar a caminar hacia el pueblo.
Juvia se
mostró confundida ante la declaración de Natsu, pero no le dio más vueltas y se
acomodó mejor en los brazos del mago, pudiendo disfrutar mejor de la calidez de
Natsu.
Natsu
caminaba por las calles del pueblo con la peliazul aun en sus brazos, Juvia
disfrutaba de la calidez del chico pero poco a poco se comenzaba a avergonzar a
ver cómo la gente se les quedaba observando.
—Natsu-san, Juvia puede caminar por
si sola— Reclamó
sonrojada la maga, esta situación se le hacía muy vergonzosa, más no le
disgustaba la sensación cálida que brindaba Natsu.
El Dragón
Slayer movió su cabeza en señal de negación —No
planeo bajarte— decía con su usual sonrisa —Una bella princesa como tú, debe ser custodiada y protegida por un
dragón— Declaró con un tono cálido.
La peliazul
explotó en color rojo, llevándose ambas manos al rostro en un intento de
ocultar su sonrojo.
Natsu sonrió
satisfecho, mientras continuaba con su andar, pasado media hora de caminata,
ambos magos llegaron a lo que parecía un festival, cosa que llamo la atención
de la chica.
—Natsu-san, ¿Juvia se pregunta qué
hacen aquí?—
Cuestionaba la peliazul con gran curiosidad.
Natsu colocó
suavemente a Juvia en el piso —Te lo dije
¿No? — Dijo ofreciendo su mano a la peliazul, la cual lo observó confundida
—Que te haría olvidar a Gray, es por eso
que estamos aquí— Declaró sonriendo suavemente.
Juvia volvió
a sonrojarse, por lo que lentamente tomo la mano de Natsu y entrelazó sus dedos
con los del chico —“Tan cálido”— Pensó
sintiendo como su corazón latía de forma apresurada.
— ¡Vamos a divertirnos Juvia!— Habló de forma animada causando que
el sonrojo de la chica se intensificara y que sus labios se curvaran en una
bella sonrisa.
— ¡Hai! — Respondió alegre y animada siguiendo
al pelirosa atraves del festival.
Natsu y
Juvia se encontraban saliendo del festival, después de haber pasado horas y
horas de diversión, la peliazul venía con una expresión brillante acompañada de
una gran sonrisa, mientras el pelirosa estaba con una sonrisa tranquila y
relajada.
Iban
caminando rumbo a Fairy Hills, debido a que Natsu se ofreció a llevarla, al
principio Juvia se había rechazado pero Natsu insistió logrando convencer a la
peliazul. Juvia noto que estaban llamando mucho la atención y que varias
personas decían que hacían buena pareja, cosa que hacía sonrojar a la peliazul
La razón de
dichos comentarios era por qué Juvia sostenía firmemente la mano del chico y en
su otra mano llevaba un dragón de peluche azul, que Natsu le había regalado.
—Gracias Natsu-san— Dijo Juvia consiguiendo la atención
del pelirosa —Juvia le está muy
agradecida por todo lo que hizo, gracias a usted olvidé todo lo que pasó— Expresó
con una radiante sonrisa, una honesta y verdadera sonrisa.
—No tienes nada que agradecer Juvia,
sinceramente siempre he odiado ver llorar a las chicas, y más cuando son mis
amigas, no me gusta para nada como te trata Gray, así que lo menos que podía
hacer era estar contigo y que pasaras un alegre día— Respondió tranquilamente observando
las hermosas facciones del rostro de la peliazul —“Hermosa”— Pensó sintiendo como sus mejillas se calentaban
ligeramente, señal de que se sonrojo levemente.
Repentinamente
Juvia soltó la mano del Dragón Slayer y lo abrazó con fuerza ocultando su
rostro en el torso del mago.
—Muchas gracias Natsu-san…— Habló sintiendo que en sus mejillas
corrían unas lágrimas—Jamás me di cuenta
que tenía a un excelente amigo cerca, todo por mi estúpida obsesión con Gray…—
Comenzó a sollozar preocupando a Natsu—Usted
siempre ha ayudado a Juvia sin pedir nada a cambio…tratando de hacerme reír…no
dejando sola a Juvia…y yo siempre lo rechace por alguien que trata mal a
Juvia…— Alzó su mirada conectando con los ojos jade del chico —Juvia se lo agradece de corazón Natsu-san—
Agradeció, sonriendo suavemente con sus mejillas aún teñidas en rojo, dándole a
la peliazul un aspecto tierno.
—Juvia…— Susurro acariciando tiernamente los
cabellos de la chica —No tienes que
agradecer Juvia, lo hago con gusto— Respondió con su sonrisa marca Dragneel
sonrojando a un más a la chica.
Natsu limpio
el restante de las lágrimas de Juvia y volvió a tomar su mano para acompañarla
a Fairy Hills, pasaron varios minutos donde ambos hablaron alegremente hasta
que llegaron al dormitorio para mujeres.
—Bueno llegamos— Habló tranquilamente pero en el
fondo inexplicablemente le dolía separarse de la peliazul, se la había pasado
increíble a su lado, incluso mejor que en todas las citas que tuvo con Lucy.
—Gracias por todo Natsu-san— Decía la peliazul con una radiante sonrisa —Juvia no sabe qué hacer para
pagarle por todo lo que ha hecho, Juvia en serio que se lo paso increíble
gracias a usted— Expresaba mientras abrazaba con fuerza su peluche de
dragón.
Natsu se
mostró un poco sorprendido ante la declaración, pero después sonrió suavemente —No tienes nada que agradecer Juvia, yo lo
haría con gusto siempre que pudiera, con tal de ver esa hermosa sonrisa tuya—
Dijo con un tono gentil y cariñoso.
La peliazul
explotó en color rojo ante la respuesta de Natsu — ¡N-no diga esas cosas! ¡Avergüenza a Juvia! — Chilló lindamente.
—Entonces planeo continuar, ya que
avergonzada te vez más hermosa— Natsu sonrió de forma inocente, divirtiéndose ante las
expresiones de la chica.
Juvia se
sonrojo aún más, para después soltar un suspiro —Me gustaría que Gray-sama fuera como usted— Musito con tristeza.
Juvia se
tapó la boca al darse cuenta de su error —Perdone
Natsu-san, N-no…—
Natsu colocó
un dedo en los labios de Juvia, en clara señal de que guarde silencio — ¿Te gustaría hablar conmigo acerca de tu
relación con Gray?— Pidió amablemente.
La peliazul
dudo un poco acerca de la petición de Natsu, pero al ver los ojos del pelirosa
los cuales reflejaban preocupación, la llenaron de valor —Es un asco— decía soltando un largo suspiro —Gray-sama no es detallista ni cariñoso con Juvia, siempre traga mal a
Juvia y solamente quiere tener sexo— Murmuraba deprimida.
Natsu abrazo
suavemente a Juvia al ver que está quería llorar nuevamente —Si te trata mal y solo quiere tener sexo
contigo, entonces no eres más que un juguete para él, por lo que no merece tu
amor Juvia— Recitaba con suavidad en el oído de la peliazul —Tu eres una chica maravillosa Juvia, eres
hermosa, fuerte, amable y dulce, tu mereces a alguien mejor que Gray, alguien
que te amé y te trate como mereces— Expresó separándose del abrazo, para
mostrarle una sonrisa a la peliazul.
Juvia se
mostraba sorprendida ante las palabras de Natsu, sentía su corazón latir de
forma apresurada y como un sentimiento cálido la inundaba, no sabía lo que era
pero le agradaba, tampoco había notado como las lágrimas volvían a salir de sus
ojos, pero estás no eran frías como las que derramaba cuando Gray le decía
cosas crueles, están eran cálidas.
Natsu se
preocupó un poco al ver como Juvia lloraba —J-juvia
lo siento si dije algo indebido— Susurró nervioso.
La peliazul
negó con la cabeza, mientras trataba de detener su llanto —N-no es eso Natsu-san— Susurraba entre pequeños gimoteos —Juvia puede llorar incluso cuando es feliz,
eso no lo sabía— Decía mientras dejaba de tallarse los ojos, para después
sonreírle suavemente a Natsu.
El pelirosa
sonrió ante lo dicho por Juvia, volviendo a abrazarla, abrazo que la maga no
dudo en corresponder.
—Natsu-san— Susurró Juvia llamando la atención
del mago —Si Juvia no hubiera estado obsesionada
con Gray-sama, ¿Usted se habría enamorado de Juvia? — pregunto tímidamente
ocultando su rostro en el pecho de Natsu.
Él pelirosa
fue tomado por sorpresa por la pregunta, pero después rio suavemente —Claro que sí, no cabe duda de que me
hubiera enamorado de ti, eres una chica hermosa, por dentro y por fuera, es
amable, gentil, siempre estas dispuesta a ayudar a tus amigos aunque no suelas
convivir mucho, claro que te amaría Juvia— Respondió con un sonrojó en sus
mejillas.
—Y-ya veo— Susurró Juvia sintiendo su corazón
palpitar como loco —Gracias por todo Natsu-sama,
nos vemos después— Dijo besando la comisura de los labios de Natsu, para
después entrar corriendo al edificio, dejando atrás a un shoqueado Natsu.
*Fin Flashback*
Juvia volvió
a sentir como su corazón latía de forma rápida, ante simple recuerdo de la
maravillosa cita que tuvo con Natsu.
Justo en ese
momento, entro al gremio un iracundo pelinegro —“Estúpida perra rubia, ¿Cómo se atreve a negarme el derecho de
follarla?, ¿Quién se creé que es esa imbécil?”— Pensó con gran irá ante el
recuerdo de la rubia rechazando el hecho de tener sexo durante ese día.
Él mago dejo
de lado sus pensamientos y observó a sus alrededores buscando algo que hacer,
logrando visualizar a la peliazul con su vestido blanco, debía admitirlo pero
Juvia se veía hermosa.
Una
asquerosa sonrisa se formó en sus labios, al tener una víctima para follar, por
lo que camino de forma apresurada hacia la peliazul.
—Oye Juvia, ¿Por qué rayos estás
vestida así?— Interrogó
curioso el mago de hielo, le parecía muy raro ver a Juvia con otras ropas
diferentes a las usuales, aún que debía admitir que se veía muy bien, demasiado
sexy a decir verdad.
La peliazul
se quedó sin palabras, no sabiendo que responder debido a la sorpresa, de que
Gray le haya dirigido la palabra, antes de que pudiera responder observa como
el pelinegro comenzó a reír.
—Si querías follar, solamente debías
pedírmelo Juvia, no era necesario llamar mi atención vestida así— Expresó con soberbia para sujetar el brazo
de la peliazul —Vamos puta, te follare
ahora mismo justo como quieres— Decía con su ego hasta las nubes para
empezar a jalar a la chica.
En ese
momento, la peliazul recordó las palabras que le había dicho Natsu, por lo que
de un movimiento brusco se suelta de Gray, para después darle una fuerte bofetada
tirando al suelo al mago de hielo.
Todos los
miembros detuvieron sus acciones, para observar conmocionados lo que estaba
pasando, aún que algunos tuvieron una sonrisa llena de orgullo debido a que al fin,
Juvia había abierto los ojos.
Gray se sujetó
la mejilla con una mano mientras observa a Juvia la cual se veía increíblemente
furiosa.
— ¡Ya es suficiente Fullbuster, ya
estoy harta! ¡Estoy cansada de todo!— Exclamó Juvia con una gran cantidad de irá, mientras
observaba al mago de hielo con odió —
¿Qué crees que soy? ¿Un juguete que puede ser usado a tu antojo?, ¡Pues no es
así!, ¿¡Sabes por qué soporte tus maltratos por tanto tiempo!? — Expresaba
la maga con gran furia — ¡Por qué
realmente te amaba!, Pero ya no es así, estoy cansada de esta mierda de
relación y de ser la única que aporta algo para que funcione todo— Agregó para después darle un fuerte pisotón a
la entrepierna de Gray.
Gray abrió
sus ojos como platos, para después soltar un agudo grito debido al dolor, al
mismo tiempo que muchos magos se sujetaron con miedo la entrepierna y varias
mujeres trataban de disimular su risa.
Juvia retiro
su pie de la entrepierna del mago, para después tomar algo de aire en un
intento de calmarse —Lo dejare claro, tu
y yo ya no somos nada Fullbuster, ni novios, ni amigos, solamente somos
compañeros de gremio— Habló con toda la calma del mundo, aún que su en su
tono de voz se podía escuchar la frialdad absoluta —Así que si me vuelves a molestar, no dudaré en atacarte— Finalizó
para después sonreír suavemente y caminar hacia la salida del gremio.
—Ge-he— Sonrió orgulloso el ojirojo después
de presenciar el acto de respeto que demostró su hermanita —“Estoy orgulloso de ti mujer de
la lluvia, por fin pusiste a ese idiota en su lugar” — Pensó con orgullo
observando como partía la peliazul.
—“Por fin Juvia es libre…por fin
libre de esa maldita obsesión…todo gracias a usted Natsu-sama” — Pensó con una sonrisa de satisfacción
y alegría y se dedicó a buscar al Dragón Slayer para poder pasar otro hermoso
día con él.
~En la habitación de Lucy~
Natsu y Lucy
yacían acostados en la cama, jadeando de forma rápida tratando de recuperar
aire, la rubia sonreía de forma satisfecha de haber sufrido muchos orgasmos y
sentir la cálida semilla de Natsu en su útero. Mientras el pelirosa se veía
pensativo.
—Es momento de la fase dos del plan
Lucy— Habló Natsu
consiguiendo la atención de la rubia —En
estos momentos Juvia debió haber terminado con Gray después de las dudas que
sembré en ella, así que quiero que vayas y lo "consueles" no tienes
permitido quejarte después de lo que hicimos— Declaró dejando en claro que
la rubia no podía quejarse, a lo cual de mala gana acepto —Yo me encargaré de consolar y enamorar a Juvia— Finalizó con una
pequeña sonrisa divertida.
La rubia
bufó algo molesta, esto era lo que más odiaba del plan, pero se lo tenía merecido
después de lo que hizo —Déjamelo a mí
Natsu, pero espero una excelente follada.......otra vez como recompensa por un
buen trabajo…— Dijo haciendo un puchero, al parecer se había vuelto una
ninfómana.
Natsu dejo
salir un largo suspiro —Está bien, pero
solamente hazlo bien y entretenlo lo suficiente— Susurró con una pequeña
sonrisa.
Lucy asintió
satisfecha, para después gemir al sentir una caricia en su coño —N-Natsu ¿Qu-qué haces? —Preguntó entre
gemidos ante las caricias de Natsu.
La sonrisa
de Natsu se volvió lasciva —Vaya, ¿Te
volví toda una puta ninfómana no? — Siseó de forma burlona.
La chica
inflo sus mejillas en un puchero —E-Es tu
culpa, eres una bestia y tu enorme pene destrozó mi coño— Dijo en forma de
queja.
— ¿Entonces solamente es por eso?— Murmuró con seriedad dejando de
acariciar el coño de la rubia y separándose de ella — ¿Solo sigues conmigo por qué tengo un pene más grande que el de Gray
y te brindo aún más placer que él?, Solamente estás conmigo por mi pene y por
como soy en la cama, ¿Cierto perra?— Preguntó con dolor en sus palabras,
aún que lo ocultaba muy bien, le había dolido haber visto a su pareja con Gray,
si bien es cierto que la castigo, aún sentía dolor y desconfianza hacia la
rubia a pesar de seguir amándola.
Lucy se
sorprendió por las palabras de Natsu — ¡Claro
que no! — Exclamó abrazando al pelirosa —Yo
te amo con todo mi corazón Natsu, te amo más que a nada en este mundo, sé que
cometí un error por lo que hice con Gray y que aún desconfías de mí, pero te
juro que no estoy contigo solamente por el sexo— Susurraba mientras sentía
sus ojos gotear —Yo te amo, quiero pasar
el resto de mi vida contigo, deseó tener a tus hijos y que los veamos crecer
juntos, haré lo que sea por tu perdón y si con este plan lo consigo, seguiré
con él y te ayudaré— Expresaba con sinceridad.
Natsu se
sorprendió ante la declaración de Lucy, noto como la rubia sollozaba y temblaba,
de seguro por el miedo.
Miedo a
perderlo.
Natsu sabía
que Lucy estaba arrepentida, noto que solicitaba tener sexo muy seguido,
básicamente después de que ella tenía sexo con Gray, pensó que era por qué ella
quería llegar al orgasmo y sentirse satisfecha, pero después de esto noto que
no era así.
Lucy se
sentía sucia después de tener intimidad con Gray y quería hacerlo con él, en un
intento de sentirse pura nuevamente.
Natsu sonrió
y rodeo sus brazos, atrayendo a Lucy y ocultando el rostro de la maga en su
pecho —Gracias por tu respuesta Lucy, mis
dudas han sido aclaradas— Susurraba con una pequeña sonrisa —Te amo— Expresó de forma sincera.
Lucy se
aferró con más fuerza a Natsu, empezando a sollozar aún más, al fin esas palabras
sonaban sinceras y no algo dicho por qué si, ella había vuelto a tener la
confianza de su amado pelirosa.
—Gracias Natsu, muchas gracias— Susurraba Lucy entre sollozos —Yo también te amo mucho— Declaró viendo
al pelirosa a los ojos.
Natsu sonrió
usando sus dedos pulgares para limpiar las lágrimas de Lucy y besarla de forma
lenta, la rubia no dudo en corresponder aquel beso, lleno de amor y cariño.
Al separarse
ambos magos se observaron con cariño, para después sonreírse de forma amorosa.
— ¿Te apetece otra ronda más?~ — Cuestionó Natsu cambiando su sonrisa
a una lujuriosa, tomo la mano de la rubia y la coloco sobre su nuevamente
erecto pene.
—N-Natsu— Jadeó sorprendida, no pensaba que su
novio pudiera seguir duro, después de tener horas de sexo — ¿Co-como es posible? — Preguntó envolviendo su mano alrededor del
miembro y empezar a moverla lentamente masturbando a su amado.
Natsu sonrió
divertido ante la expresión incrédula de su novia — ¿Crees que es fácil complacer a un dragón Lucy?— Respondió con otra
pregunta, gruñendo suavemente ante las caricias.
—Eres igual de pervertido que yo— Se quejó haciendo un puchero,
mientras movía más rápido su mano.
—Eres mi hembra Lucy, te amo como no
tienes idea y ahora que entiendo cómo te sientes, te ayudaré a recuperar tu
pureza— Habló con
una pequeña sonrisa mientras acostaba a su amada en la cama y se colocaba
arriba de ella.
— ¿Cómo planeas hacerlo?— Preguntó Lucy envolviendo sus brazos
alrededor del cuello de Natsu y con una gran emoción pues su entrepierna estaba
volviendo a mojarse.
El pelirosa
sonrió alineando su miembro en la entrada vaginal de Lucy —Haré que te olvides totalmente de Gray y todo lo que hiciste con
él— Declaró introduciendo su miembro de una embestida en el interior de
Lucy.
— ¿Nat........SUUU AAAHHHH!!!! — La rubia arqueó su espalda, dejando
salir un grito lleno de placer al sentir su interior completamente lleno.
—Recuerda esto amor— Gruñó con tono seductor besando el
útero de la chica, causando que está liberará obscenos gemidos —Recuerda perfectamente está sensación, de
cuando beso tu útero, lo abro lentamente y entro en el…— Con cada susurró
empujó aún más su miembro, logrando meter su glande dentro del útero de la
chica —Recuerda que yo soy y seré el
único que puede brindarte este placer, tu eres y siempre serás completamente
mía Lucy— Finalizó sonriendo de forma arrogante.
Lucy se
estremeció ante el tono y las palabras de Natsu, se sentía increíblemente
excitada y deseaba experimentar más —H-Hai
soy todo tuya— Susurró con sus ojos en forma de corazón.
Natsu sonrió
ante la respuesta de la rubia, su rubia —Genial,
mereces una recompensa— Susurró mientras su sonrisa se volvía lasciva.
Con eso
dicho, Natsu comenzó a dar rápidos y fuertes embates, consiguiendo que Lucy
gritará de placer y dejarle en claro qué esto iría para largo.
~En otro lugar~
Deambulando
por las calles de Magnolia podemos ver a una hermosa chica de cabellos azules,
esta se encontraba en la búsqueda del Dragón Slayer de Fuego que no salía de
sus pensamientos, no comprendía porque pero en tan solo un día el chico logro
un profundo impacto en su alma y corazón causando que la chica deseara pasar
más tiempo con él.
—“¿Dónde se encuentra Natsu-sama?” — Se cuestionaba buscando sin descanso
a su amigo —Juvia no se rendirá hasta
encontrarlo—Murmuró con determinación caminando por las calles de Magnolia
con la intención de no detenerse hasta encontrar al dueño de sus pensamientos.
~En la noche~
Natsu se
encontraba caminando en la oscuridad de la noche, totalmente absorto en sus
pensamientos, hasta que un olor llegó a sus fosas nasales, por lo que aceleró
el paso llegando a parque donde se encontraba Juvia Loxar, la cual se veía
triste.
El pelirosa
rápidamente se acercó hasta estar a pocos centímetros de la maga —Hola Juvia, ¿Qué haces afuera tan tarde?—
Preguntó preocupado por la seguridad de la maga.
Juvia alzó
la vista al escuchar su nombre, para ver al Dragón Slayer de fuego por lo que
se levantó rápidamente de dónde estaba sentada para abrazar al mago, abrazo que
Natsu no dudo en corresponder.
—Natsu-san es malo, Juvia lo estuvo
buscando por qué se arregló para usted— Se quejó algo molesta la peliazul mientras hacía un puchero.
Natsu se
sorprendió por la declaración de Juvia, para después reír divertido —Te vez hermosa Juvia— Alabó con
sinceridad haciendo sonrojar a la maga —Dime,
¿Me harías el honor de cenar conmigo? — Preguntó caballerosamente, haciendo
que Juvia chille de emoción.
— ¡Juvia acepta Natsu-sama!— Exclamó felizmente tomando el brazo
de Natsu, el cual quedó muy cerca de los pechos de la peliazul.
—“Vaya son muy grandes y suaves…
tranquilo Natsu se paciente” — Pensó el pelirosa con una sonrisa, empezando a caminar junto
a Juvia hacia un restaurante elegante.
Lo que
ninguno de los dos magos noto, fue que cierta pelirroja los observó a lo lejos
y frunció el entrecejo ante lo que vio.
La pareja de
magos de magias opuestas llegó al dicho restaurante, el cual dejo sin palabras
a la peliazul.
— ¿Natsu-sama?...J-Juvia no merece…— Fue interrumpida debido a que el
pelirosa coloco su dedo índice sobre sus labios y simplemente le sonrió.
—No digas que no mereces algo así, tú
mereces esto y mucho más Juvia, después de todo eres una princesa— Susurró acariciando la mejilla de la
chica con el dorso de su mano —Un
princesa de la lluvia—
La peliazul
explotó en color rojo ante las palabras, de Natsu abría y cerraba la boca
tratando de articular palabra, cosa que causó que Natsu riera.
Juvia sacudió
su cabeza e hizo un puchero —Moooh, no se
burle de Juvia Natsu-sama— Se quejó de forma algo infantil la mujer —Gracias por todo— Susurró sonriendo de
forma amplia.
—Ven, entremos— Dijo animadamente agarrando
suavemente la mano de la peliazul y ambos entraron al restaurante más lujoso y
costoso de la ciudad.
Natsu se
acercó a la recepcionista, ofreciéndole un comprobante donde decía que había
hecho reservación previamente.
La mujer
tomo el comprobante aprovechando para acariciar la mano de Natsu —Veamos— Susurró observando el papel
notando que todo está en orden —Síganme
por favor— Pidió con tono coqueto, sonriendo sensualmente para Natsu.
—“¡Rival del amor!” — Pensó Juvia frunciendo el ceño con
molestia ante el descaro de la recepcionista —“¿Cómo se atreve esa perra tocar a mi Natsu-sama?” — La chica
apretó inconscientemente sus puños con deseos de destrozar a esa “perra” que se
atrevía a coquetear con “su” Natsu-sama.
Natsu soltó
una risa al ver las mil y una expresiones que tenía la maga en su rostro,
quizás para cualquiera le parecería una rara y una loca, pero para él era
especial y única.
—Está es su mesa....guapo— Indico la recepcionista de forma
profesional, aún que al final sonrió coqueta y le guiño un ojo al pelirosa.
—Gracias— Respondió tranquilo Natsu mostrando
su sonrisa característica, sonrojando a la recepcionista y enojando mucho más a
Juvia, la cual se cruzó de brazos y desvió la mirada haciendo un puchero.
—E-En un momento vendrán a tomar su
pedido— Murmuró la
chica retirándose, con un sensual meneo de caderas para Natsu.
El pelirosa
no pareció prestar atención y solamente se concentró en la maga de agua — ¿Juvia? ¿Está todo bien? — Cuestionó
confundido de ver a la chica molesta.
—Natsu-sama es malo… coqueteando con
esa chica frente a Juvia— Se quejó la peliazul inflando sus mejillas.
Natsu río
nervioso, acercándose a Juvia y tomándola de las manos —No es para que te pongas celosa, solamente fui cortés con la chica,
además esta es una velada para los dos, así que solamente tengo ojos para ti
Juvia-chan— Expresó sonriendo de forma suave.
—Natsu-sama…— Murmuró sonrojada al escuchar la declaración
del pelirosa.
—Así que si me permite princesa— Hablo de manera educada y soltó las
manos de la chica para después colocarse detrás de su silla y acomodándosela de
manera educada —Siéntese Juvia-sama— Dijo
tratando de parecer una persona con modales de alta clase.
Juvia soltó
una pequeña risa al ver la actitud de su acompañante, era tierno lo que hacía
por ella, pero divertido a la vez debido a que era poco común que el Dragón
Slayer mostrara modales y que hiciera el intento por ella le parecía muy tierno
de su parte.
—Gracias Natsu-sama— Dijo dulcemente sentándose en su
lugar.
Natsu se
sentó frente a ella y un mesero llego a pedir su orden, una vez que hicieron el
pedido de su cena, ambos comenzaron a platicar animadamente. Cuando llego la
comida ambos comenzaron a degustarla sin dejar de lado su animada conversación.
Juvia estuvo
alegre y constantemente se encontraba riendo por las divertidas palabras que
decía el pelirosa, todas sus graciosas anécdotas y aventuras que tuvo en su
vida.
— ¿En serio Natsu-sama hizo eso?— Cuestiono con una sonrisa divertida
escuchando atentamente al pelirosa.
—Si, pero fue sin querer, el torpe
del come tornillos tuvo la culpa— Se excusó haciendo reír nuevamente a la peliazul —Ahora cuéntame de ti Juvia, me gustaría
saber tu pasado antes de que entraras a Fairy Tail— Dijo tranquilamente
tomando un sorbo de agua.
El ambiente
alrededor de Natsu y Juvia se volvió algo incómoda, cosa que noto el dragón
slayer.
—L-lo siento Juvia no era mi int…—
—Está bien Natsu-sama— Interrumpió la peliazul, viendo al
pelirosa el cual noto que el brillo en los ojos de Juvia había desaparecido —Juvia creé que usted merece saber esto—
Sonrió con tristeza.
— ¿Segura? — Preguntó nervioso el Dragón Slayer,
al parecer tratar sobre ese tema era algo delicado para Juvia.
La peliazul
asintió soltando un suspiro —Cuándo era
niña Juvia vivía en un orfanato, pero todos siempre pensaban que Juvia era rara
y la molestaban, nadie nunca quiso ser amigo de Juvia y solamente se alejaban
de ella, empecé a hacer unos muñecos para no sentirme sola y también comencé a
hablar en tercera persona— Empezó a hablar mientras sus ojos adquirían un
brillo de soledad —Cuando descubrí mi
magia todo se hizo peor para Juvia, todos los días llovía por culpa de Juvia al
sentirse triste y eso hizo que me tacharan de bruja, crecí sola, viví sola y me
mantuve sola, hasta que una vez conocí a un hombre llamado Bora, él fue novio de Juvia pero solamente deseaba
el cuerpo de Juvia y la desechó, Juvia quedó devastada y así seguí hasta que
conocí al maestro José— Concluyó con una expresión neutral.
Natsu tomó
la mano de Juvia, acariciándola con cariño —Todos
eran unos idiotas— Susurró viendo fijamente a la sorprendía peliazul — ¿Por qué no serían amigos de ti?, Eres
hermosa, amable, divertida, dulce y una excelente persona— Tomo la mano de
la chica y beso el dorso de la mano de esta —Apuesto
que todos esos idiotas están arrepentidos ahora— Finalizó con una pequeña
sonrisa —Además te contare un pequeños
secreto, me encanta mucho la Juvia, así que yo hubiera sido tu amigo de
inmediato—
—Natsu-sama…— Susurró Juvia mientras un gran
sonrojó cubría su rostro, no pensó que alguien le diría algo tan hermoso, ella
ni siquiera noto cuando las lágrimas salían de sus ojos, cosa que preocupó a
Natsu.
—J-Juvia ¿Estás bien? — Preguntó preocupado al ver las lágrimas
en el rostro de la peliazul.
Juvia se
mostró confundida por la pregunta de Natsu, se llevó una mano al rostro notando
que estaba llorando —L-Lo siento
Natsu-sama, no quería arruinar la velada con mi llanto— Susurró usando sus
manos para limpiar las lágrimas —Estoy
feliz Natsu-sama, estas lagrimas son de felicidad…— Habló con una suave sonrisa y con sus ojos brillando
por las lágrimas —Me ha hecho tan feliz
Natsu-sama…nadie nunca me había dicho algo tan hermoso…Gracias Natsu-sama…—Habló
levantándose de su asiento y al acercarse al pelirosa lo abrazo con fuerza —Gray me mostró el cielo despejado de una
nueva oportunidad…pero usted...Natsu-sama me muestra la calidez de un amigo
sincero, la calidez del cariño…— Expresó se forma sincera, en el tono de la
peliazul se podía oír la felicidad y agradecimiento que sentía hacia el pelirosa.
—No hay nada que agradecer Juvia,
verte feliz y con esa hermosa sonrisa, es paga más que suficiente— Expresó Natsu con una suave sonrisa.
—Gracias de verdad Natsu-sama— Volvió a agradecer besando la
mejilla del pelirosa y sonrojando levemente al chico por la acción.
—No es nada Juvia— Dijo con una sonrisa cuando la chica
se separó de él y regreso a su asiento.
Después de
su momento íntimo, ambos magos continuaron conversando animadamente, hasta que
terminaron su cena, Natsu pago y agradeció por las atenciones y salieron del
restaurante.
Durante el
camino continuaron bromeando y riendo, alegres por su gran velada, incluso
muchos ciudadanos los felicitaban ya que parecían una feliz pareja, esto
obviamente sonrojó a los magos y los hizo sentir una gran sensación cálida en
sus pechos.
Durante una
parte del trayecto, Juvia se armó de valor y tomo la mano de Natsu, cosa que
sonrojó al mago pero solamente afirmó el agarre en señal de que le gustaba,
pasados unos minutos ambos magos estaban frente a la entrada de Fairy Hills.
—Fue una noche fantástica Natsu-sama,
muchas gracias— Agradeció
con una bella sonrisa.
—Sí, me la pase increíble a tu lado
Juvia— Respondió
sonrojando a la chica — ¿Te gustaría que
lo repitamos mañana? ¿Salir a divertirnos un poco? —Preguntó algo nervioso
rascándose la nuca.
— ¡Claro que sí Natsu-sama! ¡Me
encantaría!— Gritó
emocionada, solamente para avergonzarse y toser un poco —Quiero decir, me encantaría— Susurró más tranquila, pero con un
sonrojó en sus mejillas por la vergüenza.
Natsu río un
poco —Genial, entonces vendré por ti a
las 5 ¿Te parece?— Preguntó con una pequeña sonrisa.
Juvia
asintió aún sonrojada —Juvia lo esperará
Natsu-sama— Susurró con una bella sonrisa.
Natsu se
sonrojo ante la sonrisa y desvió la mirada en un intento de ocultar su sonrojó,
cosa que Juvia aprovecho para darle un fugaz beso en los labios de Natsu.
— ¡Nos vemos Natsu-sama!— Exclamó entrando rápidamente al
edificio al igual que el día anterior.
Natsu se
quedó parado, sin saber que hacer o cómo reaccionar, mientras se llevaba su
mano derecha a la zona besada.
Pasados unos
minutos Natsu por fin reaccionó y emprendió camino de regreso a su casa, pero
al parecer estaba muy distraído y choco con varias personas en su camino.
Entrando al
bosque Natsu detecto el aroma de Erza cerca, cosa que se le hizo extraño debido
a que la pelirroja no solía venir a esa zona del bosque, alzó la vista y
efectivamente su amiga pelirroja estaba frente a él impidiéndole el paso.
—No permitiré que efectúes tu plan
Natsu— Expresó de forma
sería Erza, viendo al pelirosa.
Natsu se
mostró algo sorprendido por la declaración, pero decidió ocultarlo — ¿De qué hablas Erza? ¿Cuál plan? —
Cuestionó confundido.
— ¡No te hagas el inocente Natsu! — Exclamó con severidad —Vi lo que le hiciste a Mirajane, ¿Cómo
pudiste hacer algo así Natsu? ¿Cómo pudiste caer tan bajo?.....No sabes lo
decepcionada que estoy de ti, pensé que eras alguien mejor, alguien amable,
inocente y gentil, no un violador— Expresaba dolida, no queriendo creer
todo lo que vio.
—Es por el bien de Juvia, Erza, ella
merece ser amada de corazón por alguien que la aprecie como se debe, no simplemente
ser tratada como un juguete como lo hace Gray, yo puedo darle el amor que
necesita alguien especial y magnifica como ella, además soy un rey dragón y
puedo tener las parejas que desee y decidí que Juvia sería mi pareja— Expresó de forma seria el pelirosa.
Erza se
sorprendió por las palabras de Natsu y aún que le daba la razón de que Juvia
estaría mejor con él, ella sabía que está no era la forma —Lo siento Natsu, pero aun así no puedo permitirlo Natsu, aunque tu
intención es buena con Juvia y estoy de acuerdo de que merece a alguien mejor
que Gray, tú no eres el indicado, no después de que violaras a Mira e intentes
enamorar a Juvia a pesar de que tienes una relación con Lucy, no permitiré que
sigas con tu horrible plan— Declaró con firmeza.
Natsu deja
salir un suspiro cansado — ¿Te parece si
vamos a mi casa y lo hablamos de manera civilizada? No estoy de ánimos para
pelear y quizás pueda convencerte— Expresó con un pequeña sonrisa, la cual ocultaba otras
intenciones.
—Está bien, vayamos— Acepto Erza siguiendo al Dragón
Slayer, sin saber en lo que se acaba de meter.
~Al día siguiente~
—Entonces ¿Puedo continuar con mis
planes Erza? ¿Puedo hacer sufrir a Gray?— Cuestionó Natsu terminando de ponerse su chaqueta,
para después voltear a observar a la pelirroja.
En la cama
del pelirosa se encontraba Titania acostada de espaldas, el cuerpo de la
pelirroja se encontraba sudoroso y sufría de varios espasmos, de su vagina y
ano escurrían grandes cantidades de semen, dando a entender que Natsu tuvo que
trabajar más duro para “convencerla”.
— ¿So-sobre qué?– Preguntó Erza débilmente, no
recordaba mucho de lo que pasó, solamente sabía que le disfrutó y mucho.
—Ya sabes, quiero vengarme de Gray
cogiéndome a Juvia y Lucy frente a él— Explicó levemente divertido, al parecer le había derretido
el cerebro a la pelirroja.
—Ah... Claro hazlo sin miedo— Respondió sin mucho interés entre
suaves jadeos.
—Gracias por eso— Agradeció con una pequeña sonrisa,
para después darle una nalgada a Erza, consiguiendo un gemido de placer por
parte de la chica —Ahora tú eres mía Erza
¿Lo entiendes?, Nadie aparte de mi podrá complacerte como mujer, hablando
vulgarmente tu coño me pertenece ¿Quedó claro? — Aclaro Natsu con un raro
tono dominante.
—H-Hai, soy toda tuya Natsu~… M-mi
coño es solamente tuyo— Susurró dócilmente la pelirroja, demostrando su lado masoquista.
—Bien y ¿Que harás con el idiota de
tu novio? — Preguntó
Natsu con una sonrisa.
— ¿Yo tengo novio? — Cuestionó Erza moviendo su cabeza
para ver a Natsu.
—Sí, estás saliendo con Jellal ¿No? — Habló confundido.
—Y-Ya no me interesa ese princeso…
como dije mi cuerpo y alma te pertenecen Natsu— Habló Erza sonriendo de forma
idiotizada.
Natsu sonrió
de forma amplia ante lo dicho por la pelirroja —Me alegra escuchar eso Erza-chan, cuando termine con Juvia te daré una
recompensa— Declaró acariciando la espalda de la pelirroja arrancándole un
gemido de placer.
—Eso me encantaría~— Susurró de forma temblorosa la chica.
—“Bien, un obstáculo menos…prepárate
Gray, es momento de que sientas como todo tu mundo se derrumba y todo lo que te
importa te es arrebatado”— Pensó sonriendo de forma siniestra.
~Dos semanas después~
Dos semanas
habían pasado desde la primera cita de Natsu y Juvia, los cuales se hicieron
muy unidos debido a las constantes citas o salidas de ambos, las cuales eran
casi del diario y como Natsu lo prometió, hacía que Juvia se olvidara de todo y
se sintiera muy feliz.
Ahora mismo
se puede observar a Juvia sentada en una de las mesas del gremio, se veía
molesta y un poco confundida, cosa que su ceño fruncido demostraba, ¿Razón?
Natsu estaba atrasado y se supone que desayunarían juntos y también no sabía
que sentía hacia el pelirosa, si era amistad o algo más, tan metida estaba en
sus pensamientos que no noto el acercamiento de cierta peliazul de baja
estatura.
—Hola Juvia— Saludó alegre la maga del Solid
Script sentándose al lado de la peliazul de curvas más pronunciadas.
La peliazul
salió de sus trance, moviendo su cabeza para observar a Levy — ¡Ah Levy-san!, Lo siento no estaba
escuchando, ¿Qué pasa?— Preguntó avergonzada, mientras se rascaba la
mejilla con un dedo, hábito que aprendió de Natsu.
Levy alzó
una ceja extrañada — ¿Estás bien Juvia?,
Últimamente has estado muy distraída— Expresó con preocupación.
Juvia
solamente atinó a ponerse algo nerviosa, no sabía que contestarle a su
compañera y tampoco sabía si debía confiar en ella, la peliazul detuvo su hilo
de pensamientos cuando sintió como Levy le tomo la mano.
—Relájate Juvia, puedes confiar en mí
jamás me burlaré de ti, más bien te ayudaría en todo lo que pudiera, después de
todo somos hermanas ¿No?— Habló con una suave sonrisa, refiriéndose a que ella está casada con
Gajeel y que Juvia y Gajeel se tratan como hermanos.
La peliazul
dejo salir un suspiro para después ver a Levy con una sonrisa —Siendo sincera, me encuentro algo
confundida— Susurró algo decaída, cosa que preocupó a Levy.
— ¿Confundida? ¿Sobre qué Juvia? —Preguntó mientras escondía su
sorpresa de no ver qué Juvia hablaba en tercera persona.
—Estoy confundida por qué no sé lo
que siento por Natsu-sama— Habló la peliazul ignorando que Levy abrió los ojos como platos ante lo
dicho —Él ha sido muy lindo conmigo en
este tiempo, pero me siento confundida ¿Por qué es así?, Se supone que él
estaba con Lucy-san, ¿no?— Expresó agriando su mirada ante ese hecho o a
menos a lo que ella estaba enterada.
Levy suspiró
para reír un poco —Si, últimamente los
veo mucho juntos y se ven muy bien, lo que más me gusta es que te vez muy feliz
al lado de Natsu— Habló con una suave sonrisa.
Juvia se
sonrojo un poco ante lo dicho —N-No se
burle de mí Levy-san— Se quejó la peliazul haciendo un puchero.
La nombrada
dejo de reír, para después ver a Juvia con una sonrisa audaz —Yo sé que es lo que tienes Juvia—
Expresó con suficiencia.
La maga de
agua tomo los hombros de su contraria y la observó fijamente — ¿Lo sabe?, ¡Por favor dígamelo Levy-san!— Exclamó
con desesperación.
Levy se puso
nerviosa ante la cercanía y el tono de Juvia, pero simplemente tomo algo de
aire para poder hablar —Primero que nada,
dime ¿Qué piensas de Natsu?— Cuestionó de forma seria la chica.
Juvia se
separó un poco de Levy, mostrándose totalmente sorprendida por la pregunta — ¿Qué pienso de Natsu-sama?... — Susurró
de forma pensativa —Pienso que es una
excelente persona, amable, cariñoso, protector y detallista, cuando estoy con
Natsu-sama olvidó toda la tristeza, cuando me abraza mi cuerpo se llena de un
gran sentimiento de calidez y cuándo nos tomamos de la mano me siento completa,
lo único que deseo es nunca separarme de su lado…— Expresaba con un enorme
sonrojó en sus mejillas.
Levy sonrió
ante lo dicho por Juvia, sus sospechas estaban más que confirmadas —Es simple Juvia, tú amas a Natsu y al
parecer lo amas mucho, ya que en toda la plática lo llamaste “Natsu-sama"”,
no, más bien lo llamas así desde hace un par de semanas o más— Expresó con
una sonrisa de suficiencia.
— ¿Yo amo a Natsu-sama?...— Repitió Juvia con una expresión
incrédula, sintiendo su mejillas arder —“Es
cierto…lo he llamado Natsu-sama desde ese día que me ayudo a no caer en la
tristeza…”— Pensó notando que lo había llamado Natsu-sama desde hace ya
semanas.
Levy asintió
con una pequeña sonrisa —Si, estoy segura
que amas a Natsu— Expresó con calma.
La peliazul
se sonrojo aún más, sintiendo su corazón palpitar ante eso, se sentía muy bien —Yo amo a Natsu-sama…— Repitió mientras sus
labios formaban una sonrisa — ¡Yo amo a Natsu-sama!—
Expresó más segura viendo a Levy.
Levy sonrió
de vuelta — ¿Que estas esperando?, Ve por
tu dragón— Animó levantando un pulgar.
— ¡¡Hai!! Muchas gracias por la
plática Levy-san—
Agradeció levantándose del asiento y haciendo una pequeña reverencia y salió
corriendo del gremio con la esperanza de encontrar a su amado Dragón y
confesarle su amor.
La peliazul
corría apresuradamente por el pueblo, deseando expresarle sus sentimientos al
pelirosa, pasados algunos minutos Juvia estaba cerca de la casa de Natsu, pero
paro en seco al ver como la maga de espíritus salía de dicha casa con una gran
sonrisa.
Juvia sintió
como si algo la hubiera golpeando al ver como Lucy salía de la casa y fue
sacada de sus fantasías al recordar cierto detalle.
Natsu tenía
novia.
Sintió su
corazón encogerse de dolor ante la cruel realidad, sus ojos comenzaron a
llenarse de lágrimas de tristeza a la vez que una tormenta comenzaba a formarse.
Lucy observó
extrañada el cambio de clima, bajo su mirada y quedó tiesa al observar a la
maga de agua, maldijo por lo bajo al ver como Juvia comenzó a llorar, se
suponía que no debía recordar el hecho de que Natsu tenía novia, no aún.
La peliazul
al notar que Lucy se percató de su presencia, dio media vuelta y se fue
corriendo lejos de ahí, Lucy tuvo el impulso de seguirla, pero lo dejo de lado
y regreso para avisarle a Natsu.
La rubia
abrió la puerta de golpe sobresaltando un poco al pelirosa — ¡Tenemos problemas amor!, Juvia venía para acá y vio como salía de tu
casa— Expresó preocupada.
Natsu
maldijo por lo bajo ante esto, dejando salir un suspiro —Demonios todo estaba yendo tan bien, no pensé que ella vendría aquí
tan pronto— Murmuró para sí mismo notando que Lucy estaba nerviosa y sus
ojos comenzaban a cristalizarse — ¿Pasa
algo Lushi?— Preguntó preocupado al ver a la rubia así.
—P-Pensé que estarías enojado
conmigo, ya sabes por venir aquí y que Juvia me viera— Expresó bastante nerviosa.
Natsu soltó
un suspiro para levantarse de dónde estaba y abrazar a la rubia —No estoy molesto contigo, esto fue un error
de cálculo de mi parte, pero no te preocupes solucionare esto— Susurró
acariciando los cabellos de la rubia.
Natsu salió
a buscar a Juvia, ignorando completamente la tormenta que yacía sobre Magnolia,
aún que si se sentía mal al saber que todo era a causa de Juvia.
Natsu
buscaba a la peliazul por todo el pueblo pero no había indicios de la peliazul,
pasados varios minutos Natsu logro encontrar a Juvia sentada en una banca en el
parque de Magnolia.
Juvia
ocultaba su rostro entre sus rodillas y Natsu podía oírla sollozar gracias a su
sensible oído.
Natsu se
acercó lentamente a Juvia —Nee Juvia,
¿Está todo bien? — Preguntó con preocupación.
La peliazul
se tensó visiblemente al escuchar la voz de Natsu
— ¿Desea algo Natsu-san?— Preguntó la maga con voz quebrada sin mencionar
su tan usual “sama” como sobre nombre como era su costumbre.
Natsu sintió
su corazón estremecerse ante el tono de Juvia, pero logró controlarse —Estoy preocupado por ti Juvia, ¿Te paso
algo?, ¿Gray te hizo algo?— Cuestionó con preocupación aun sabiendo que él
era el causante de sus lágrimas.
Juvia tomo
algo de aire sin saber que responder, pasados unos minutos decidió sacarse
cierta duda de la cabeza —Natsu-san...
¿Qué piensa de Juvia?— Preguntó la peliazul sin ver al mago a los ojos.
Natsu se
mostró sorprendido ante la pregunta de Juvia, pero entendía que la peliazul
ansiaba una respuesta sincera — ¿Qué
pienso de ti?— Murmuró pensativo sentándose a un lado de la chica —Pues pienso que eres una chica fantástica
Juvia, eres muy amable, divertida, gentil, para serte sincero te aprecio mucho,
eres especial, única y alguien muy importante para mí, me encanta pasar tiempo
contigo y no sé qué sería de mi sin tu compañía— Expresó con su usual
sonrisa, acompañada de un tinte rojo en sus mejillas, ahí Natsu logro
comprender algo, se supone que enamoraría a Juvia para su venganza, pero él
resultó ser el que se enamoró de la maga de agua.
Juvia
explotó en color rojo ante la respuesta, pero se sintió aliviada de alguna
forma —Ya veo— Susurró levantándose
para limpiarse las lágrimas — ¿Nos
veremos hoy en la noche? Ya sabe, como siempre— Preguntó ligeramente
sonrojada y ansiosa por la respuesta de su amado dragón mientras el cielo se
despejaba.
Natsu abrió
sus ojos algo sorprendido —Claro, te veré
donde siempre— Expresó con tranquilidad.
Juvia movió
su cabeza en señal de afirmación —Nos
vemos en la noche Natsu-sama— Susurró yéndose del lugar —“No pienso rendirme tan fácilmente, peleare
por ti Natsu-sama, no dejare que solo Lucy-san se quede con usted”— Pensó
con determinación.
Una vez en
la casa, Natsu procedió a contarle todo lo sucedido a Lucy, ahora ambos se
encontraban sentados uno al lado del otro, mientras la rubia tomaba las manos
de su novio con delicadeza.
— ¿Entonces eso paso?— Expresó Lucy dejando salir un largo
suspiro.
—Si… el plan era seducir a Juvia
hasta que ella se enamorara de mí y así pudiera follarla frente a Gray,
eventualmente trataría de enamorarme de ella y hacerla feliz después de
follarla y de por terminado el plan…..pero…..— Susurraba nervioso sin saber que
decirle a su novia.
—Te enamoraste tú de ella, ¿Verdad? — Cuestionó Lucy sonriendo de forma
suave, sabía que esto terminaría pasando tarde o temprano.
Natsu
asintió con la cabeza mientras cerraba los ojos —Y-Ya no puedo seguir con el plan Luce… no quiero lastimar más a Juvia,
ella ha sufrido mucho y no merece qué le haga esto, n-necesito decirle la
verdad pero tengo mie…— El pelirosa se vio interrumpido al sentir una
presión en sus labios, por lo que abrió los ojos y observó cómo su novia lo
besaba.
Natsu no
tardó en corresponder el beso, sintiéndose mejor debido a la sensación de
calidez y tranquilidad que le ofrecía Lucy. Pasados unos segundos la rubia se
separó con una pequeña sonrisa plasmada en sus labios.
—Haz lo que creas conveniente Natsu,
como dije yo aceptare tu decisión, no me importaría compartirte con Juvia o con
alguna otra chica— Susurró
acariciando delicadamente la mejilla del chico —Sigue tu corazón, es lo que siempre has hecho y siempre te funciona,
estoy segura que si hablas con Juvia ella entenderá y más al saber que tú
también la amas— Finalizó para besar cariñosamente la frente del pelirosa.
El pelirosa
sonrió de forma cariñosa, para besar suavemente los labios de la maga estelar —Gracias por apoyarme Luce— Expresó con
alivio
La rubia
negó con la cabeza mostrando su propia sonrisa —No debes agradecer nada, yo te estoy agradecida de que me sigas amando
a pesar de todo— Susurró con calma.
—Y lo seguiré haciendo Luce, jamás
dejare de amarte, nunca lo olvides ¿sí?— Mencionó pegando su frente a la de la rubia —Saldré con Juvia esta noche y le diré que
la verdad, ¿podrías ir al gremio y distraer a Gray? Prometo que pronto podrás
librarte de ese bastardo, solo sopórtalo unos días más— Habló acariciando la mejilla de su novia la cual
asintió haciendo un puchero.
—Lo haré, solo que ya termina con el
plan, ya no soporto la arrogancia de Gray— Dijo sonriendo levemente por las caricias de su
novio.
Natsu no
respondió y volvió a besarla para darle entender que todo estaría bien y esta
farsa se terminaría pronto.
~En Fairy Tail~
Lucy llegó
con una radiante sonrisa al gremio, se veía muy feliz debido a las cosas con
Natsu iban de maravilla y en poco tiempo podría disfrutar de una buena y alegre
vida con su amado a pesar de que el tuviera
otras mujeres mas, pero su sonrisa de borró al sentir como Erza y
Mirajane la sujetaban de los brazos y la arrastraban fuera del gremio.
— ¿Chicas? ¿Sucede algo?— Preguntó extrañada ante este giro
inesperado.
— ¡Cállate!— Exclamaron ambas molestas, asustando
a Lucy y dejándola más confundida.
Las chicas
arrastraron a Lucy hacia la parte trasera del gremio y la acorralaron contra
una pared.
—Ahora dinos Lucy, ¿Por qué carajos
engañaste a Natsu con Gray?— Cuestionó Mirajane frunciendo el ceño.
La rubia se
tensó ante la pregunta y después bajo la cabeza, no queriendo ver a las chicas
a los ojos.
— ¡Responde Lucy! ¿¡Por qué engañaste
a Natsu!?— Exclamó
Erza exigiendo saber una respuesta.
— ¡Por estúpida!— Respondió si más la rubia
cubriéndose el rostro, mientras sollozaba —No
quería hacerlo, juro que no quería serle infiel a Natsu, yo lo amo más que a
nada en este mundo— Murmuró tratando de limpiar las lágrimas que salían en
sus ojos.
Erza y
Mirajane se calmaron un poco ante las lágrimas y el tono quebrado de Lucy, al
parecer si estaba arrepentida de lo que hizo.
—Entonces, ¿Por qué lo hiciste Lucy?
— Preguntó Mirajane más
calmada queriendo saber la razón de la rubia.
—Me sentía frustrada, todas las
noches me masturbaba porque Natsu jamás me tocaba, con el pasar de los días me
sentí más y más desesperada e hice hasta lo imposible para llamar su atención,
lencerías, trajes sexys incluso le mostraba mi cuerpo desnudo y nada funcionó— Empezó a hablar tomando algo de aire
para calmarse —Un día Gray se ofreció a
ayudarme, me dijo que sabía cómo hacer que Natsu se fijara en mí, era algo
patético pero estaba desesperada y acepte su ayuda, me citó en su casa y fui
muy ingenuamente— La rubia bufó algo molesta ante el recuerdo de ese día.
Mirajane y Erza
compartieron una mirada seria, ambas tenían una ligera idea de a dónde iba todo
esto y deseaban estar equivocadas.
—Cuando llegué a su casa me ofreció
algo de beber y yo acepté, después de tomar ese vino perdí el conocimiento y
cuando desperté estaba desnuda y cubierta de semen, amenacé a Gray y le dije
que le contaría todo a Natsu y que este le daría una paliza— La rubia cerro con fuerza sus puños,
hasta que se pusieron blancos.
Las magas
más fuertes del gremio jadearon de horror, no esperaban algo así de uno de sus
compañeros.
—Entonces, ¿Por qué no le dijiste
nada a Natsu?— Preguntó
intrigada Erza posando una mano en el hombro de la rubia.
—Gray se burló de mí y saco muchas
fotos mías, todas donde salía desnuda y cubierta de semen, dijo que le daría eso
a Natsu y a todos no solo en el gremio, en todo Fiore mostrando lo “puta” que
era, ante eso me sentí aterrada y ahí fue cuando Gray dijo que ahora sería su
puta personal, yo acepté por miedo, miedo de lo que pensara Natsu y los demás— Sollozó llevándose las manos al
rostro —Tenía mucho miedo de perderlo todo
por ese estúpido error, perdería al amor de mi vida, a mis amigos, a mi
gremio…mi familia…lo perdería todo…— Finalizó sin descubrir su rostro.
Erza y
Mirajane no sabían que responder ante la confesión, jamás pensaron que Gray
sería capaz de hacer algo tan bajo como chantajear a Lucy, ambas magas
abrazaron a la rubia la cual seguía llorando ante ese recuerdo.
—Lamentamos hacerte recordar eso
Lucy, lo que pasa es…— Hablaba Mirajane sintiéndose mal, no pensó que la rubia sufriría tanto
también.
—Queríamos saber el motivo del porque
lo hiciste, pero ahora con esto…tranquila nosotras castraremos a Gray— Declaró Erza con un aura de muerte y
recibió un asentimiento de la albina que sonreía dulcemente, sonrisa que
demostraba intenciones contrarias a las que demostraba.
Después de
varios minutos la rubia logro tranquilizarse y observó a las chicas frente a
ella.
—Erza, Mira-san, ¡Lo siento!— Exclamó haciendo una reverencia en
señal disculpa —Lamento que Natsu las
haya “involucrado” en el plan— Dijo entre comillas, dando a entender las
violaciones que sufrieron ambas mujeres.
Las
mencionadas se vieron a los ojos y después rieron divertidas ante lo dicho por
Lucy.
—No te preocupes, aprendimos a
sobrellevar lo que pasó— Dijo Mirajane restándole importancia.
—Además, no es como si estuviéramos
molestas en primer lugar— Declaró Erza con una pequeña sonrisa.
La rubia
observó incrédulas a las chicas, las cuales reían divertidas ante la expresión
de Lucy.
—Además, ahora deseamos estar al lado
de Natsu, ¿No es así? Mira— Habló Erza con una pequeña sonrisa volteando la mirada hacia la albina.
Mirajane
asintió de acuerdo —Debe hacerse
responsable después de lo que nos hizo— Dijo llevándose una mano al pecho
de forma dramática.
— ¿De qué hablan?— Preguntó extrañada Lucy ante lo
dicho por las chicas.
Ambas se
vieron a los ojos y sonrieron para después ver a Lucy.
—Nos enamoramos de Natsu, es algo
difícil de creer pero paso— Dijo Erza algo sonrojada.
—El sentimiento debió estar ahí, pero
siempre lo negamos a verlo y después de lo que pasó, el sentimiento creció y
floreció— Expresaba
la Strauss con una sonrisa.
Lucy se
quedó sorprendida ante la confesión de las magas, no espero que ellas sintieran
amor por el pelirosa y menos después de lo que les hizo, pensó que ellas serían
como las concubinas y no parejas de Natsu.
— ¿Cómo pasó esto? ¿Cómo se
enamoraron de Natsu? — Cuestionó la rubia de forma seria, quería escuchar las razones de las
chicas y así no creer que fuera solamente por el sexo.
Ambas magas
se estremecieron ante el tono de Lucy, sintiéndose intimidadas ellas sabían que
la rubia desconfiaría de ellas y más por lo que pasó, las magas se sonrojaron
preparándose para dar su explicación.
—Con las “negociaciones” me di cuenta
que Natsu es mí hombre ideal— Empezaba Mirajane con un tenue sonrojó en sus mejillas —Desde pequeña siempre creí que Natsu era
lindo y me sentí atraída por él, pero le
quise dejar el camino libre a Lisanna, después de la "muerte" de Liss
y que me ayudara un poco a superarla nos distanciamos un poco, pero jamás dejo
de atraerme Natsu, su fuerza, amabilidad y sonrisa, sin mencionar que es muy
guapo, es una persona increíble siempre dispuesto a proteger a sus amigos,
siempre ayudar a los demás…por eso me di cuenta de que lo amo, pero como se
hicieron novios ustedes dos trate de matar el sentimiento con Laxus, pero jamás
deje de amarlo— Expresaba avergonzada la albina.
Lucy asintió
satisfecha con la respuesta de Mirajane para después ver a Erza, la pelirroja
se avergonzó y desvió la mirada, los temas de amor seguían siendo difíciles
para ella.
—Después de la “charla” me sentí algo
incómoda, dado que nunca pensé que tendría sexo así con Natsu, pero sobretodo
no podía olvidar el sentimiento de calidez— Suspiró tratando de controlar su vergüenza —Natsu me gusta por como es, atento,
caballeroso, servicial, amable y fuerte, pero me agrada que eso no se pierda
durante el sexo, cada caricia, beso y demás es increíble y ahora entiendo el
significado de “hacer el amor”— Murmuró muerta de vergüenza —Creo que me enamore de él después de que me
salvara en la torre del cielo, pero mi terquedad y torpeza en cuestiones
amorosas hicieron que negara ese
sentimiento y creyera que amaba a Jellal, pero esa noche…Natsu no me violo…me
trato con cariño, noto la tristeza y frustración que tenía con mi relación con
Jellal, no solo dejo satisfecho mi cuerpo…sino también mi corazón…—
Finalizó con su rostro mas rojo que su cabello y desviando la mirada.
—Bueno, son buenas razones para amar
a Natsu— Susurró
Lucy con una sonrisa feliz de que el par de chicas tuvieran sinceros
sentimientos hacia el pelirosa y no solo lo buscara por lo bueno que es en el
sexo.
Las magas
asintieron para después ver de forma suplicante a Lucy.
—Por eso…— Empezaba Erza.
—Te pedimos que…— Continuaba Mirajane.
— ¡Nos dejes ser parejas de Natsu
también!— Hablaron
ambas al mismo tiempo de forma suplicante.
—Claro— Aceptó rápidamente la rubia,
cortando cualquier posterior súplica de las chicas —Natsu puede tener más parejas debido a que es el rey dragón, así que
ustedes son bienvenidas— Expresó con una suave sonrisa.
— ¡Gracias Lucy!— Gritaron con algarabía ambas magas
abrazando a la rubia que solo atinó a reír nerviosamente por la actitud de sus
amigas.
— Bueno, ahora que serán parejas de
Natsu debo preguntarles algo— Habló separándose del abrazo —Están conscientes del plan de Natsu, ¿Verdad?— Preguntó curiosa.
Ambas
mujeres movieron su cabeza en señal de negación.
–Bueno, no recuerdo mucho a decir
verdad, no después de la sesión de “negocios”— Susurró Mirajane sonrojada.
Erza asintió
de acuerdo —Yo tampoco recuerdo mucho a
decir verdad, ¿Tu sabes algo Lucy?— Cuestionó intrigada.
—El plan consiste en…— Murmuró Lucy pensando una manera de
dejar caer la bomba —Todo empezó cuando
Natsu me reclamo como suya, él me contó que tenía deseos de hacer lo mismo con
Juvia, en pocas palabras arrebatarla de los brazos de Gray, básicamente para
estar a mano como ustedes ya saben— Dijo mientras ambas magas asentían, ya
sabían que Natsu quería seducir a Juvia y dejar a Gray más solo de lo que ya
está —Después de conseguir su
objetivo....— Dejo de hablar bajando la mirada algo nerviosa causando mas
intriga en ambas chicas —Natsu....bueno
el.... — Susurró nerviosa por la siguiente parte del plan, dado que era más
vergonzoso.
— ¿Que hará Natsu, Lucy?— Preguntó intrigada la pelirroja por
la actitud de la rubia.
Lucy gruñó
algo avergonzada por lo que diría —Nos
follara a Juvia y a mí, tantas veces como sea posible frente a Gray, usará los
polvos mágicos que negocio con Mira-san— Dijo mirando a la albina mayor —Y cuando Gray este desesperado por esos
supuestos sueños, Natsu le revelara la verdad y quebrará tanto a Gray que lo
hará dejar el gremio— Finalizó avergonzada sorprendiendo enormemente a las
chicas.
— ¿No es algo extremo?— Preguntó Erza con inseguridad
consiguiendo la atención de sus amigas —Digo
sé que lo que hizo Gray es malo, pero me parece que el plan de Natsu es
demasiado cruel— Expresó algo nerviosa por la salud mental del mago de
hielo.
— ¡Al diablo con Gray!— Exclamó Mirajane con molestia
sorprendiendo a Erza — ¡Chantajeó a Lucy
y trató como basura a Juvia!, a pesar de que todos sabemos el difícil y
solitario pasado de Juvia, yo digo que se tiene bien merecido lo que Natsu le
hará— Habló de forma sincera, frunciendo el entrecejo en señal de molestia.
—Lamento decirlo Erza, pero estoy de
acuerdo con Mira-san, lo que pasará es algo que Gray se buscó— Expresó de forma sincera la rubia.
La pelirroja
suspiro rendida, sabía que sus amigas tenían razón pero el castigó era
demasiado cruel — ¿No hay forma de que
cambien de opinión verdad?— Preguntó esperanzada pues Gray seguía siendo su
amigo pero ambas magas negaron con la
cabeza —Me rindo, supongo que apoyaré con el plan para estar con Natsu— Murmuró
rendida.
La rubia
sonrió satisfecha ante la respuesta de Erza —
¡Genial!, ustedes ahora serán parte del plan— Argumentó tomando por
sorpresa a ambas magas —No se preocupen,
lo único que tendrán que hacer es…— Decía acercándose a las chicas para
susurrarles como participarían.
~Más tarde ese día en la plaza de
Magnolia~
Juvia
sonreía felizmente, estaba contenta de poder pasar tiempo con el hombre que
ama, sin duda esto era algo que la hacía muy feliz, desvió su mirada y su
rostro hizo una mueca de preocupación, ¿Razón?, Natsu se veía deprimido y un
tanto pensativo y eso causaba intriga en la Loxar
—Natsu-sama, ¿Se encuentra bien? ¿Le
sucede algo? Ah estado muy distraído durante toda la cita— Preguntó la peliazul bastante
preocupada.
—Y-Ya no puedo con esto, no puedo
ocultarlo ni un minuto más— Susurró consiguiendo la atención de la peliazul —Juvia, todo esto lo eh tenido planeado, yo quería enamorarte para
poder vengarme de Gray, quería arrebatarte de los brazos de Gray para poder
follarte frente a él…— Confesaba dejando a la peliazul sin habla —Soy una basura que no te merece, siendo
sincero no merezco a alguien tan hermosa, dulce y pura como tú— Cada
palabra dicha por el pelirosa estaba cargada con un sentimiento de
arrepentimiento y culpa —He hecho cosas
horribles, viole a Erza y Mirajane con tal de conseguir su ayuda y poder
enamorarte— Agregó dejando salir un suspiro y abrazó con fuerza a la chica.
Juvia se
quedó callada sin poder articular palabra alguna ante la sorpresa, pero
reaccionó al sentir que Natsu se separaba del abrazo y comenzaba a retirarse, por
lo que rápidamente tomo la mano del pelirosa, para sorpresa de este
La peliazul
tomo algo de aire —Natsu-sama… yo ya
estaba enterada acerca de todo eso— Reveló con una pequeña sonrisa.
El pelirosa
volteo a ver a la peliazul, abriendo sus ojos enormemente en shock — ¿Co-cómo?— Susurró con incredulidad ante
lo dicho por la chica.
Juvia rio
suavemente ante la expresión de Natsu —Antes
de venir a nuestra cita Gajeel-kun hablo
conmigo, él me contó todo lo que pasaba, la infidelidad de Gray, lo que hiciste
con Lucy y lo que tenías planeado hacer conmigo— Decía con calma, ignorando
como el pelirosa se tensaba con miedo —Para
ser sincera me moleste al inicio, pero recordé todo nuestro tiempo juntos y me
di cuenta que a pesar de que era parte de un plan, usted siempre se aseguraba
de escucharme, aconsejarme y hacerme feliz— Expresaba mientras sus mejillas
se teñían de un color carmín —También sé
sobre el hecho de que es un rey dragón y por lo tanto entiendo que tenga
necesidad de más parejas— Dijo sin cambiar su suave sonrisa —Y permítame corregirlo en algo, ¿A qué se
refiere con que no me merece?— Preguntó frunciendo el ceño causando que
Natsu se tensara.
—P-Por todo lo que hice, soy basura
Juvia— Susurró
intimidado el mago ante la expresión de la peliazul.
Juvia dejo
salir un suspiro para después negar con la cabeza —No es así Natsu-sama, usted es una persona maravillosa ¿Sabe por qué
lo sé?— Preguntó suavizando sus facciones, a lo que Natsu negó —Por qué usted me dio más felicidad en unas
pocas semanas, que Gray en muchos meses, nuestras citas me dieron más felicidad
que las falsas esperanzas y muestras de “afecto” que me daba Gray— Confesó
sonrojada agarrando cariñosamente las manos del mago de fuego.
Natsu
también se sonrojo ante los recuerdos de sus citas con Juvia —Pero aun así, lo que les hice a Mirajane y
Erza no tiene perdón y lo que planeaba hacer contigo menos…— Murmuró
deprimido.
—En eso tiene razón Natsu-sama, pero
usted no las ve como unas “putas” ¿O sí? — Preguntó seriamente.
Natsu negó
con la cabeza — ¡Jamás pensaría algo así
de ellas!— Exclamó seriamente.
Juvia suavizó
sus facciones y sonrió — Entonces no
importa, he visto que Erza-san y Mira-san están más felices e imagino que es
por usted— Dijo haciendo sonrojar a Natsu —Y yo también quiero formar parte de eso, por qué yo lo amo Natsu-sama—
Confesó con un gran sonrojó en sus blancas mejillas.
Natsu
explotó en color rojo, para sonreír de forma radiante sonrió lleno de felicidad
ante la confesión de Juvia, para acercarse a ella y besarla con amor, cosa que
la maga no dudo en corresponder. Ambos magos disfrutaban de ese primer beso que
se daban, el cual daba por sellado su amor.
Pasados unos
segundos, ambos magos se separaron del beso con grandes sonrisas en sus rostros.
—Yo también te amo Juvia, te amo
demasiado, quiero hacerte feliz y valorarte como te lo mereces— Hablaba con una gran sonrisa — ¿Aceptas a este tonto dragón como tu pareja?—
Preguntó algo más animado.
La peliazul
río suavemente ante la propuesta, pero después sonrió —Claro que acepto Natsu-sama— Respondió suavemente y sonriendo de
forma amplia.
—Juvia… ¿Estás segura de esto?, ¿No
tienes problemas con lo del plan? o ¿Qué tenga más parejas?— Cuestionó el pelirosa de forma
nerviosa volviendo a dudar.
La mujer
negó sonriendo de forma suave —Claro que
no Natsu-sama, estaré bien sin importar cuantas parejas llegue a tener y la
razón es simple, usted es demasiado perfecto y sé que nos amara a todas por
igual— Habló sonriendo suavemente para después acercar su rostro al oído
del Dragón Slayer —Pero le advierto que
Juvia no se rendirá hasta ser su favorita, Nat-su-sa-ma— Susurró con tono
coqueto lo último, para después morder el lóbulo de la oreja de Natsu,
provocando que él chico se estremeciera y gruñera suavemente.
Juvia sonrió
ante el gruñido para tomar la iniciativa y unir sus labios a los de Natsu en un
beso, transmitiendo nuevamente todo el amor que sentía por el chico.
Ambos magos
estaban tan concentrados en besarse y demostrar su amor, que no notaron que a
la lejanía alguien observaba sorprendida aquella muestra de cariño.
—Estúpido Natsu…— Susurró aquella persona para darse media vuelta e irse.
Continuará….
Próximo Capitulo:
Quiebre
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